A las cinco de la mañana del sábado, Henry Quesada, su madre Ana Montero y su tía Guadalupe Montero salieron de su casa, en Quebradilla de Cartago, para ir a agradecerle a la Virgen de Los Ángeles favores concedidos.
Quebradilla queda a unos 13 kilómetros de la basílica y los tres parientes acostumbran caminar la romería varias veces al año, pero por lo que vive el país debido al COVID-19 no habían podido hacerlo.
“La realizamos varias veces al año, pero ante la situación sanitaria nacional y el no poder asistir a las eucaristías nació en nosotros el deseo de dar una muestra de fe y visitar la casa de nuestra patrona el día en que ella saldría a nuestro encuentro”, explicó Henry.
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Pero ellos saben que debemos ser responsables, por eso el recorrido lo hicieron guardando la distancia entre ellos y, eso sí, fueron muy cercanos en oración pidiendo por su familia y por el país.
Esta familia tenía todo bien planificado no solo para llegar hasta la basílica, a la que arribaron a las 6:45 de la mañana, sino también para devolverse de la misma forma y estar de regreso en su pueblo para recibir la bendición de los sacerdotes de la comunidad a los hogares del pueblo.
“Llegamos, nos arrodillamos ante la iglesia para dar gracias, desayunamos y llegamos justo en el momento en que los sacerdotes pasaban frente a nuestra calle. Fue un día maravilloso”, contó Henry.
Poquito antes de llegar fueron alcanzados por otros familiares que los fueron a recoger. Quedaron exhaustos, pero felices por haber cumplido su objetivo de fe.