El viernes 6 de marzo del 2020, el Ministerio de Salud confirmó el primer caso positivo de covid-19 en el país, se trató de una ciudadana estadounidense de 49 años que había ingresado a Tiquicia cinco días antes con su esposo.
Después de tres años conviviendo con el coronavirus, un análisis hecho por el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIODD), de la Universidad de Costa Rica (UCR), pronostica lo siguiente:
“Si se mantiene la tendencia actual, el país continuará experimentando los efectos de la sexta ola hasta finales de marzo, para luego pasar por un posible repunte – la séptima ola - durante el resto del año. Esta se caracterizaría por un crecimiento grande, con picos de casos que alcanzarían un promedio de 10 mil semanales. Si la tendencia continúa, este fenómeno se repetiría en 2024″, explica la UCR.
“La estimación generada por el modelo, si bien duplica o triplica el reporte oficial del Ministerio de Salud para las últimas dos semanas epidemiológicas, no es tan diferente de un escenario posible para Costa Rica. Esto se debe a que no todas las personas acuden al sistema de salud para realizarse las pruebas de covid-19.
“Muchas de ellas tienen la posibilidad de hacerse pruebas caseras, y un alto porcentaje ve la afectación como una simple ‘gripe’”, expresó Agustín Gómez, coordinador de la Unidad de Estadística del CIODD.
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En cuanto a las hospitalizaciones, el investigador afirmó que el país ha reportado un crecimiento constante del 4% por semana durante más de seis semanas. Bajo esta tendencia, para mediados de abril, Costa Rica podría estar registrando un promedio semanal de 300 personas hospitalizadas. Esto genera (y seguirá generando) estrés en el sistema de salud, especialmente si las proyecciones se cumplen.