¡La Sabana está como nueva! Más de cinco mil árboles nativos y 140 especies de aves así lo demuestran.
El parque metropolitano está así de pochotón gracias al proyecto de arborización “Una nueva Sabana”, que llegó a su fin en el Día Nacional del Árbol, que se celebró este 15 de junio.
“Una nueva Sabana” es el resultado de una de las uniones público-privadas más exitosas de nuestro país en los últimos años, encabezada por el ICODER y Scotiabank y desarrollada en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC), el Ministerio de Justicia y Paz, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y Preserve Planet.
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Cambiaron 3.262 árboles enfermos que no eran nativos, lograron plantar 5.071 nuevos árboles, de más de 235 especies nativas diferentes, 18 de ellas en peligro de extinción y esto provocó que al tener La Sabana árboles nativos, entre los que están muchos frutales, se pudieran registrar más de 140 especies de aves.
Desde 1978 las 64 hectáreas de La Sabana tuvieron siempre sobre su suelo árboles de ciprés, pino y eucalipto, entre otros, porque en aquel momento era lo que se tenía disponible en el mercado. En el 2011 se registraron 6.498 árboles en el parque y el 95% eran de esas especies.
Las especies exóticas sirven como rompevientos, pero no producen flores ni frutos y eso no permitía que pájaros, ardillas, iguanas entre otros animalitos, usaran La Sabana como su casa, ya sea permanente o de paso.
“Esto provocó un paisaje aburrido y con limitada funcionalidad ecológica, lo cual es evidenciado dado que las especies de fauna local no los utilizan para alimentación o abrigo, confirmando que no cumplen una función integral en el ecosistema”, explica el Icoder.
“Es como si se le dijera a los pájaros y animales ‘lo invito a un lugar muy bonito, pero no hay donde comer ni dormir’ eso es lo que les pasa a las aves en La Sabana. Con las especies nativas (de árboles) tendrán un hábitat y estoy seguro que regresarán, al igual que las mariposas”, fue la explicación de don Randall García, director de Conservación del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio -ya desaparecido-), al inicio del proyecto en el 2008.
Cuando se habla de especies nativas en La Sabana, hablamos de siembra de cocobolo, targuá, papaturro, guanacaste, güitite y guayacán real, cedro bateo, vainillo, aceituno, ron ron, abejoncillo, flor blanca, gavilán y guayaba de mono, entre otros.
“El guayacán real es un extraordinario árbol que se ha convertido en el símbolo de la resistencia en contra de la extinción de las especies forestales en Costa Rica. Es un árbol de forma y flores muy atractivas; ideal para plantar en áreas urbanas por su lento crecimiento y hermosa arquitectura.
Un árbol de estos para superar los dos metros de altura puede requerir hasta 20 años”, explicó Armando Soto, coordinador técnico de Scotiabank.
Los frutos de los árboles nativos han permitido la presencia de especies como halcones peregrinos que, incluso, ya anidan. Además, patos pijije canelos, viuditas, pecho amarillo, colibrí y muchos pajaritos mosqueros que es una especie emparentada con el pecho amarillo.
En cuanto a los animalitos que viven en el parque, se reportan ardillas, zorros (zarigüeyas), murciélagos, tortugas, mapaches, murciélagos, así como lagartijas, serpientes y tortugas. Se confirmó también la presencia de mariposas, mosquitos, escarabajos, abejas y avispas.
Urgía recuperación
El Estudio Técnico de Rearborización del Parque Metropolitano La Sabana, realizado en el 2008, comprobó las necesidades de recuperación forestal del parque a partir de criterios de seguridad para el visitante, sanidad y conveniencia ecológica de las especies sembradas en sus terrenos.
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La investigación no dejó duda de la urgente necesidad de sustituir más de 3.200 árboles que se encontraban sobremaduros o enfermos por diversos hongos y bacterias, o muertos, lo cual representaba un riesgo para las demás especies de árboles y para visitantes del parque.
Asimismo, se propusieron plantar 5.000 nuevos árboles de especies nativas para recuperar la funcionalidad ecológica del parque.
Del 2011 al 2019, se realizó el trabajo de intervención en La Sabana, con 54 jornadas de plantación de nuevos árboles gracias al apoyo de 93 organizaciones y 4.695 voluntarios, lo que permitió que año tras año se cumplieron las metas de sustitución y siembra.
Hogar de muchas aves
Durante el 2020 y parte del 2021, se realizó el trabajo de mantenimiento forestal y de jardinería para velar por el sano desarrollo de los árboles plantados.
Otro resultado importantísimo que se dio con la siembra de árboles nativos en La Sabana, es el aumento en la cantidad de aves registradas y vistas en el parque.
En una década se pasó de 13 a más de 140 especies de aves residentes y migratorias, que hoy encuentran refugio en La Sabana. La presencia y abundancia de aves son indicadores biológicos del estado de salud del pulmón de Chepe.
No se puede dejar de lado en “Una nueva Sabana” a la unión que se dio con el Ministerio de Justicia y Paz, lo que permitió que un grupo de privados de libertad participara en el proyecto.
Algunos trabajaron en el vivero instalado en el Centro Penitenciario La Reforma y otros participaron en la fabricación de mobiliario como mesas de picnic, rótulos, estaciones de reciclaje, barandas y basureros, construidos con la madera extraída del parque que estaba en buen estado y, posteriormente, instalados en los parques recreativos e instalaciones administrados por el ICODER.
“Hoy La Sabana es un espacio seguro, gracias a que se eliminó el riesgo de caída de ramas de árboles muertos o enfermos; además, es un espacio rico en biodiversidad, aspectos fundamentales para cumplir con el rol educativo, cultural, recreativo y deportivo del parque.
“Desde el ICODER queremos agradecer a Scotiabank por este extraordinario proyecto y a cada persona que trabajó para que Una Nueva Sabana sea una realidad”, dijo Vivian Ortega, de la Unidad de Planificación del ICODER.
“Hoy concluimos esta iniciativa con la satisfacción de haber cumplido con el 100% de las metas establecidas. Gracias a todos los involucrados por la pasión, el esfuerzo y el compromiso.
Desde Scotiabank seguiremos apoyando proyectos que nos permitan construir un mejor futuro para todos”, dijo Rocío Zamora, gerente senior de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Scotiabank.