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Transexual Mairena nunca adoptó a su hijo, se quedaron juntos por amor

Activistas LGTBI aseguran que un niño criado por una pareja del mismo sexo se desarrolla como cualquier otro

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El caso de la transexual Mairena y la crianza que le dio a su hijo Michael sacudió a la opinión pública en el 2004; sin embargo, ella nunca hizo los trámites para lograr la adopción, siempre fungió como depositaria del menor.

Mientras que con la adopción se tienen los mismos derechos y deberes de los padres biológicos, el depósito es provisional y solo traslada algunas obligaciones a los responsables del menor.

Pero lejos de los términos legales, la relación entre Michael y Mairena perdura hasta hoy y no hubo necesidad de que ese paso se diera porque nunca se separaron.

“Todo lo hice por amor, por cuidarlo y sanarlo ya que a él me lo dieron enfermito. Los trámites del depósito los hice porque la mamá me quiso sacar dinero, pero un papel no hace la diferencia, el compromiso era ante Dios”, aseguró Mairena, quien siempre le inculcó la religión católica al chiquito.

Para Carlos Alfaro, activista del Movimiento Diversidad Abelardo Araya y amigo de la trans, el caso de Michael marcó un antes y un después en la historia de las adopciones en la comunidad LGTBI.

En el 2018, el PANI dio en adopción a 123 niños, niñas y adolescentes. (Mayela López)

"En Costa Rica mucha gente cree que a los gais no se les da niños en adopción, pero hace años se da. Yo conozco tres casos. Los heterosexuales de doble moral aún lo critican porque creen que si yo adopto un niño se hará gay o lesbiana, pero nacemos gais, nadie puede influir en la orientación sexual de un niño, por más que se quiera obligar eso no cambia.

"Michael es un adolescente más con una orientación sexual muy bien definida, hasta Mairena sufrió mucho con las chiquillas porque a él se le dispararon las hormonas”, comentó Alfaro.

Se consultó al PANI sobre datos acerca de la adopción o depósitos judiciales a parejas del mismo sexo o padres de la comunidad LGTBI; sin embargo, nos dijeron que ese criterio no lo tienen porque sería discriminatorio.

En el 2018, el PANI ubicó 123 niños, niñas y adolescentes con fines adoptivos en familias nacionales e internacionales (106 nacionales y 17 internacionales).

En el 2017, la escritora María Florez-Estrada Pimentel publicó el libro “La notable maternidad de Luis Gerardo Mairena. Crisis y transformación de los lazos sociales en Costa Rica”.

Su interés surgió al ver que la gran mayoría de los vecinos apoyaron que se le diera el niño al cuidado de Mairena, a pesar de que la población es bastante conservadora en materia de género, sexualidades, moral y religión.

La Universidad de Melbourne, Australia, trabajó durante el 2012 en un estudio con 500 hijos de parejas gais. Concluyó que el grado de autoestima de los niños es igual al de un menor criado por heterosexuales.

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