Manuel Antonio Ferreto Alvarado es un comunicador y traductor de la Lengua de Señas Costarricense (Lesco), quien lleva la fe al corazón de las personas sordas.
Desde hace cinco años empezó un proyecto para participar en las misas de la parroquia de San Juan de Dios de Desamparados y recientemente también en cultos y otras celebraciones religiosas.
“Todos los domingos a las once de la mañana, cuando hay camarógrafo disponible, se trasmite la misa por medio de la página de Facebook de la parroquia de San Juan de Dios, lo hacemos desde ahí porque mi familia y yo somos de esa comunidad. Además, la eucaristía se transmite por la página de Facebook ‘Sordos Católicos de Costa Rica’ y también por la de ‘La Voz CR tv’, la idea es llegar a la mayor cantidad de gente posible, sobre todo a quienes tienen discapacidad auditiva”, contó Manuel.
“También prestamos el servicio de traducción en Lesco a otros tipo de actividades religiosas como las escuelas de padres de Cedes don Bosco, cultos, charlas, entre otras. Si en algún momento alguien necesita una traducción en alguna misa especial y nosotros podemos asistir, con gusto lo hacemos”, agregó.
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Amor sin barreras
El comunicador contó que decidió aprender Lesco hace 15 años, cuando conoció a la mujer que hoy es su esposa, ya que ella es sorda.
"Me nació el querer aprender a comunicarme con ella y así lo hice, nosotros tenemos un matrimonio como cualquier otro y tratamos de llevar la mejor comunicación posible porque eso es fundamental en cualquier relación.
“El que una persona sea sorda no significa que no puede llevar una vida como la de cualquier otra, todo es cuestión de adaptarse a su condición y que las personas que están a su alrededor también lo hagan”, aseguró.
Con mucho amor, él y su esposa, Adriana Colombari, formaron una hermosa familia y hoy viven felices al lado de sus hijos Elías y Adriana Ferreto Colombari.
Manuel dice que aunque el proyecto de llevar la fe a quienes no pueden escuchar está empezando, espera que con el pasar del tiempo se vaya fortaleciendo para caminar hacia la inclusión total.
“Nos han pedido traducciones de misas en San Pedro de Montes de Oca; el padre Sergio en Cristo Rey, también en Casa María Auxiliadora en barrio don Bosco y lo hacemos con todo gusto como parte de un servicio social.
“También estamos empezando a colaborar en iglesias evangélicas porque esto, más que una cuestión de religión, es una cuestión de fe y respetamos todas las creencias de las personas. Esperamos que pronto sean muchas las organizaciones que tomen en cuenta las traducciones de Lesco en sus actividades para poder llegar a esas personas que no pueden escuchar, pero que sí quieren formar parte de la comunidad creyente”, expresó.