Una mujer nicaragüense llegó a Costa Rica con el deseo de ser enfermera y aunque no ha podido cursar esta carrera, por diversas razones, su deseo de aprender no la ha desanimado y más bien se ha capacitado para sacar a su familia adelante.
Duguis Castro tiene 35 años y cuando era una jovencita, su mamá Luz Marina tomó la decisión de hacer maletas para venir a Tiquicia con sus hermanos Gerardo y Berman en busca de mejores oportunidades. Esta familia proviene de Managua, de una comunidad llamada San Rafael del Sur.
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Recién llegados, vieron que la cosa no era fácil y por eso desistió de ir a la universidad. Con el tiempo y gracias a un amigo, encontró el único trabajo que ha tenido desde que pisó suelo tico y gracias a este, ya cuenta con un técnico en Administración de Empresas y también recibió cursos sobre servicio al cliente.
Castro trabaja en la lavandería de la cadena de moteles Fantasy Rooms, en San Francisco de Dos Ríos, y conversó con La Teja para contarnos su historia y cómo se ha convertido en un modelo de inspiración para la pequeña Jossy Fernanda, su hija, por quien se parte el lomo a diario para darle lo mejor.
El origen. El nombre de esta mamá es muy extraño. Duguis recordó que su madre le puso ese nombre al escucharlo de unos cubanos.
Pulseadora
Tiempo después de llegar al país, Duguis comenzó a buscar la manera de estudiar. Al no poder hacerlo, hizo una pausa en su vida y ahí conoció a su expareja. Se fue a vivir con esta persona y quedó embarazada de su única hija, a la cual se dedicó a cuidar tiempo completo mientras era bebé.
Por cosas de la vida, Castro se separó y tuvo que buscar la forma de subsistir por sí misma. Ahí fue donde apareció su amigo, para decirle que entregara su currículo en el motel y no lo pensó dos veces, pues con ese trabajito se haría cargo de su pequeña.
“No estaba trabajando en ese tiempo, quería aprender a valerme por mí misma y me vine para acá a dejar mis documentos. Ya sabía que era para trabajar en el motel, pero pese a todo lo que se dice tuve cero miedo, porque no sabía a lo que venía, uno no sabe lo que se va a encontrar en un trabajo, me gustó y sigo aquí”, destacó.
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Para ella, la experiencia ha sido más que enriquecedora y ya tiene ocho años en su empleo.
“Si uno dura mucho en un trabajo, es porque hay buen trato, estoy muy bien, es un trabajo estable, que es muy importante para la vida de todas las personas.
“Además, aquí valoran a las personas y le ayudan a superarse, eso me gusta mucho y lo agradezco”; dijo.
-¿Qué es lo que hace Duguis en su trabajo?
“Trabajo en el salón de lavandería, en donde hay varias cosas por hacer. A veces hay que doblar las sábanas que salen de las planchas calientes, doblar los paños y acomodarlos y si la ropa queda con alguna mancha, llevarla a la pila, para que vuelva a pasar por un proceso químico y dejarla completamente limpia.
“A veces la gente me vacila por trabajar acá, pero yo me siento más que orgullosa de mi trabajo, porque gracias a él he estudiado y conservo mi sueño de ser enfermera”; comentó.
Feliz
Esta mujer pulseadora es más que feliz, con lo que ha logrado en Costa Rica vive bien y cuando tiene vacaciones, se va para Nicaragua a visitar a sus familiares y amigos.
“Nosotros no somos de opinar mucho sobre lo que pasa allá, vivimos una vida tranquila acá y mezclamos las dos culturas: la costarricense y la nicaragüense.
“Acá no soy de muchos amigos, porque no soy muy sociable y no tengo amigos. Mis amigas allá se llaman Blanca, Amanda y Mayela y constantemente me comunico con ellas desde acá”; expresó.