Los oficiales de seguridad, los empleados de centros de llamadas y hospitales que trabajan en horarios nocturnos tienen mayor riesgo de subir de peso debido a los desajustes de tiempos de comida que hacen.
Además, como deben dormir en el día, queman menos calorías.
“El problema es que la hormona del apetito aumenta y se escogen alimentos no adecuados por ser altos en azúcares y grasas, por ejemplo, pan, dulces, frituras o comidas rápidas”, explica la nutrocionista Alejandra Fallas, del centro médico integral Servisalud.
Además, el cansancio provoca sedentarismo y en consecuencia el gasto de calorías disminuye y por eso es más fácil aumentar de peso. Esta situación afectar aún más si la persona sobrepasa la jornada ordinaria de trabajo efectivo, la cual no podrá ser mayor de ocho horas por día, según el Ministerio de Trabajo.
La especialista pasa algunos bolados para tratar de que su trabajo no le pase factura en su peso:
- Prepare con tiempo las comidas que ingerirá en el día
- Manténgase bien hidratado
- Coma porciones pequeñas en la noche para evitar que le dé sueño en el brete
- Lleve meriendas saludables como yogurt natural, frutos secos o vegetales verdes
- Evite tomar refrescos azucarados, lo harán sentir más cansado
- Duerma en una habitación fresca y manténgala oscura para conciliar el sueño
Recuerde que se necesitan al menos dos tiempos de comida fuertes en porciones pequeñas que proporcionan la energía y los nutrientes que requiere el organismo para fortalecer su buen funcionamiento.
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