Marycruz Delgado fue un ángel para Juan Bosco Medrano Ruiz, quien dejó olvidado un portafolio con contratos, documentación, tarjetas de crédito y otros papeles valorados en unos 20 mil dólares (más de ¢12 millones), el pasado 24 de enero en la carretera Chilamate - Vuelta de Koper.
El hombre es un camionero que transporta material de construcción en algunos países de Centroamérica y ese olvido le pudo salir muy caro.
LEA MÁS: De aplaudir. Enfermero sacó plata de su bolsa para que paciente con diabetes se comiera alguito
Sin embargo, el maletín con todo la documentación llegó a manos de Marycruz que de una forma desinteresada ideó la forma de localizar al propietario. Y no era una labor sencilla porque no había un solo número de teléfono donde llamar.
Sin embargo, en uno de los papeles encontró a la empresa CBC Transportes, ubicada en Guápiles y por allí empezó.
“Era un portafolio con muchos ampos y con un montón de papeles, todos los que necesitaba, la escritura del camión, había unos seguros del INS, contratos con empresas, tarjetas de crédito, un pasaporte. No sé si estaba la cédula, como es nicaragüense no la conozco y no sé si era uno de los documentos”, expresó esta buena samaritana.
La joven cuenta que está haciendo un construcción en su casa y que el maestro de obras llegó con el portafolio y le dijo: ‘no ve lo que me encontré en la carretera, este maletín con papeles, están todos húmedos”.
El constructor debe trasladarse de Puerto Viejo, Sarapiquí a Pital de San Carlos y todos los días pasa por el punto donde encontró los documentos.
“El maestro llamó a un transportista conocido de él y le preguntó que si conocía a Juan Bosco y le dijo que sí, pero no tenía el teléfono. Yo me puse a buscar entre los papeles y encontré una empresa en Guápiles y llamé”, contó Marycruz.
En dicha empresa le dijeron que sí conocían a Juan Bosco, pero que no podían darle el teléfono, más bien, le pidieron a ella el número para dárselo al nicaragüense. Pero ocurrió un nuevo traspié, la línea de Marycruz no aceptaba la llamada. A Juan Bosco le salía que no existía.
Una muchacha la pudo contactar y le dijo que Juan Bosco la estaba llamando, pero que no contestaba y Marycruz le explicó el asunto de la línea hasta que consiguió el número.
“Cuando lo llamé, le volvió el alma al cuerpo. Me dijo que no tenía idea de lo que le había costado llamarla y que iba a ver como regresaba porque ya estaba en la frontera y el camión ya no lo podía recuperar en aduanas sin papeles”.
Por fin, Juan Bosco pudo ir a San Carlos en ‘ride’ con otro transportista y localizó a Marycruz, quien le entregó toda la documentación.
“Muchacha, ¿le debo algo?”, preguntó con una sonrisa y mirada de felicidad.
“Le dije que no. Solo ver esa felicidad por recuperar lo de él ya era suficiente. Sin embargo, cuando revisó los papeles le faltaba una tarjeta y otro papel”.
Entonces, Juan Bosco dijo que volvería al lugar para ver si estaban botados.
“Se fue a la carretera, tuvo que pedir ‘ride’ a otro transportista y cuando llegó encontró esos papeles que le faltaban”.
Marycruz quedó muy contenta con su acto de buena fe y don Juan Bosco, al que intentamos localizar, pero ya no estaba en el país, no se cambiaba por nadie de la contentera.
La sancarleña hace pocos días estuvo en la otra cara de la moneda, pero no corrió la misma suerte que Juan Bosco.
Resulta que la llamaron de un lugar y le dijeron que allí estaba su cartera, cuando ella no la había perdido.
Lo que pasó fue que en un descuido un bicho agarró su cartera y trató de sacarle plata a esta buena mujer.
“Fue raro. Me dijeron que si quería recuperarla tenía que pagar cinco mil colones. No los pagué, no iba a pagar por mis cosas, pero unos compañeros fueron al sitio y lograron recuperar la cartera”, dijo.