La tiktoker Sharom Daniela Mendoza, más conocida en las redes sociales como Shadow, está pasando por un situación durísima, ya que le detectaron un cáncer en el fémur derecho.
La joven, de 29 años, tuvo que armarse de valor para empezar un complicado camino y ya recibió dos sesiones de quimioterapia.
Ella contó a La Teja que empezó a usar Tiktok hace un año y lo hizo porque siempre le ha encantado recoger detalles y momentos de su vida para coleccionarlos en las redes sociales y así en unos años poder recordarlos.
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En un principio usaba más que todo Instagram, pero cuando probó Tiktok le gustó mucho y luego de hacer a un lado la vergüenza empezó a subir contenido.
“A veces uno cree que solo las celebridades que tienen millones de seguidores tienen una vida interesante y no, uno como mortal tiene que ser agradecido con cualquier cosita pequeñita que Dios le dé a uno, entonces cualquier tontería yo la grabo y la subo.
“Me encanta grabar los momentos donde me estoy expresando de una forma artística por medio de la música, también cuando pinto y dibujo o simplemente cuando decido sentirme bonita y vestirme de una manera que me haga sentir bien”, expresó.
Shadow trabaja en una empresa transnacional y también da clases de portugués, francés e inglés, pero ahorita todo eso está suspendido por el tratamiento que está recibiendo.
La joven tiene una personalidad vibrante y muy colorida por lo que sus videos siempre son llamativos. Le encanta imitar acentos extranjeros, cantar y contar anécdotas de su vida, lo que entretiene muchísimo a los 17 mil seguidores que tiene en TikTok.
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La llegada del cáncer
Sharom cuenta que las manifestaciones de su enfermedad empezaron en el 2019 con un dolor fuertísimo en la rodilla derecha.
En aquel momento ella hacía mucha actividad física como danza con telas, hip hop, entre otras cosas y el malestar que sentía la hizo detener todo.
Ella fue al doctor y la hicieron varios exámenes, entre ellos unas placas y el médico notó una manchita blanca en una pierna.
“Mi mamá se asustó mucho porque ella ha superado dos tipos de cáncer y sabe que una manchita de edad no es una buena señal, pero el médico dijo que le iba a consultar a un oncólogo y luego nos dijo que no había nada malo, que estuviéramos tranquilas.
“Lo que sí detectaron fue un problema en la rótula de la rodilla y por eso en noviembre de 2019 me operaron, pero nunca mejoré, todos los meses se inflamaba la rodilla un montón y yo trataba de hacer ejercicios para recuperar el músculo, pero se me volvía a inflamar, había semanas en las que no podía ni levantarme de la cama”, recordó.
Luego de ver a Sharom sufrir tanto tiempo, en enero de este año doña Kattia Monge, mamá de la joven, la convenció de buscar otros médicos porque evidentemente había algo mal con ella y no le estaban poniendo la atención debida.
Esta vez vieron a un médico muy meticuloso que le hizo a la paciente un montón de exámenes, entre ellos un TAC y una resonancia magnética, hasta que detectó unos tumores en el fémur y al hacerle una biopsia se confirmó que se trataba de cáncer.
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“Cuando le dicen a uno que tiene cáncer lo primero que le viene a la mente es cómo hacer para asimilar una enfermedad tan fuerte y a la vez se pregunta uno dónde encontrar la fuerza para decir, okay, voy a luchar contra esto.
“Cuando recibí el diagnóstico sentí que no era real, luego lloré como una loca y sentí mucho miedo. Yo soy cristiana Bautista y la parte de morir nunca me ha dado miedo porque, aunque soy una súper pecadora, creo firmemente que voy para el cielo, pero lo que sí me da mucho miedo es pensar en que mi mamá sufra por mí.
Quimio la golpeó mucho
Shadow ya recibió sus primeras dos sesiones de quimioterapia, la primera fue hace tres semanas y la segunda el miércoles pasado y aunque sabe que debe someterse al tratamiento por su bien, la ha golpeado mucho.
“El tratamiento me lo están poniendo en el hospital Calderón Guardia y las enfermeras son un amor, lo tratan a uno superbién, me dan comidita y todo. Con la primera sesión me fue bastante mal, me dieron unos dolores de cabeza terribles, vómitos, sentía como una quiebrahuesos terrible, la comida no me sabía, tenía que pasar mucho tiempo en la cama de lo mal que me sentía, por momentos quería dormirme y ya no abrir los ojos más, de verdad, pero mi mamá, que fue la que estuvo ahí en todo momento y Dios me dan la fuerza para seguir luchando. También el apoyo de mi tío Geovanny Monge ha sido incondicional.
“Otra parte muy dura fue cuando se me empezó a caer el pelo, me habían dicho que se me iba a empezar a caer como en la tercera sesión, pero ya en la primera empezó ese cambio y aunque yo sabía que iba a pasar me dolió mucho.
“Un día me estaba lavando el pelo y empecé a botar un montón, no aguanté y empecé a llorar, mi mamá lloró conmigo y después decidimos cortarlo a la altura de los hombros para que no se notara tanto y ahora de vez en cuando uso pelucas, siempre me han encantado y ahora las voy a aprovechar más que nunca”, relató la valiente.
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Este miércoles, luego de la segunda sesión, volvieron los intensos malestares: los dolores de cabeza, el vómito y esa sensación de cansancio que por ratos doblega a la joven y la mantiene en cama, pero aún así ella sigue en pie de lucha.
Durante las dos semanas posteriores a la primera quimioterapia la tiktoker desapareció de esa red social porque se sentía muy mal. Ella no había publicado nada de su enfermedad porque no se sentía preparada, pero cuando se repuso un poco se armó de valor e hizo un video contando lo que está viviendo, fue algo casi como terapéutico porque liberó muchos temores al revelar su situación y la reacción de la gente la sorprendió mucho.
“La reacción que recibí de la gente, los buenos deseos, me hicieron sentir tan feliz. Hay gente tan buena de verdad, para mí cualquier oración o buena energía que envíen ya es mucho y la recibo con todo el amor del mundo. Gente de todas las religiones me ha dicho que me han puesto en oración y yo eso lo aprecio tanto.
“Tantas personas me han escrito comentarios bonitos y yo he hecho un esfuerzo enorme por contestarlos, cuando me duele mucho la cabeza mi mamá es la que los lee y yo le digo que contestar. Yo esperaría que cualquier persona que esté pasando por un proceso así reciba tanto apoyo como el que yo he sentido de gente que ni conozco. La gente es tan buena y quiere que yo esté bien y yo también quiero que ellos estén bien”, manifestó.
Sharom finalizó diciendo que en estos días grises que ha vivido las redes sociales se han convertido para ella en una distracción positiva y por eso, pese a su enfermedad, sigue subiendo videos cuando la salud se lo permite.