Aunque usted no lo crea, don Manuel Enrique Alfaro Araya recién estaba entrando a trabajar y ya tenía cara de cansado.
Él es taxista y se para frente a la entrada del hospital México, pero vive en Alajuela, y cuando nos acercamos para hablar con él, se venía comiendo dos horas y media de presa desde su casa.
Tiene 28 años de ser taxista, su placa es la 93 y trabaja con Taxis Guaria. Cuando por fin llegó a su lugar de trabajo no tenía ni fuerzas para salir del carro a por lo menos estirar los pies un poco, prefirió seguir sentado descansando tras la gran presa que acababa de superar.
“Jamás había visto unas presas tan grandes y pesadas como las de este 2024. Tengo 28 años de andar para arriba y para abajo en las calles, me han tocado momentos duros de presas, pero le repito, ninguno como ahora. Son pegas increíbles.
“Es casi imposible dar un servicio porque hay trabajos en las calles aquí, allá, por el otro lado, en fin, para donde uno agarre hay maquinaria, calles cerradas y eso complica totalmente el tránsito, dejándolo a uno con poco espacio para trabajar”, asegura don Manuel Enrique.
Reconoce este veterano taxista que cada presa que se topa es de más de 500 metros y los carros casi ni se mueven. “Uno se pega en una presa por la (fábrica) Pozuelo en La Uruca y la fila llega hasta el puente del río Torres… Es insoportable esto”, confirma.
Como no puede dejar de trabajar, le toca comerse la presa desde Alajuela y todas las que se tope durante los servicios que le piden los clientes. “Muchas personas podrían pensar que las presas le sirven al taxista porque gana más, pero no es así, todos perdemos. El carro frenado en presas no gana y cuando la gente ve tanta presa le da pereza agarrar taxi. Estamos fregados con las presas”, dice con desconsuelo.
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En la misma entrada del hospital México nos topamos con don Carlos Alvarado Miranda, de 78 años y vecino de barrio México. Él tuvo que ir, este 15 de febrero, a una cita en el laboratorio y asegura que le fue fatal con las presas.
“Ya no se puede andar en San José, lo peor es que tengo que volver mañana a otra cita. Hoy me vine en Uber y le sale a uno carísimo el servicio porque las presas provocan que la tarifa se ponga dinámica, eso significa que al final uno termina pagando el doble y hasta el triple.
“Hoy (este 15 de febrero) no tuve temor de perder la cita por las presas porque me levanté dos horas más temprano y en el hospital nos dijeron que nos daban una hora más de tiempo, ya que comprenden la situación. Ahorita ya me voy, me toca pagar otro Uber e igual saldrá carísimo. Ojalá el regreso no sea tan pegado como la venida”, dijo con algo de esperanza don Carlos.
Recorrido
Pudimos conversar con don Manuel y don Carlos después de un recorrido en moto que hicimos, gracias nuestro compañero fotoperiodista Alonso Tenorio, quien nos llevó por lo más toreado de las presas de La Uruca, La Valencia y la Circunvalación.
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Comprobamos que no hay lugar a salvo, las presas están por todos lados provocando hasta la desesperación de los conductores y generando problemas a los vehículos, ya que de tanta presa muchos carros se sobrecalientan, por eso vimos como cinco autos a la orilla de la calle detenidos, con la tapa abierta y con el radiador echando humo.
Arrancamos a eso de las siete de la mañana en Tibás, de ahí pasamos por el cuarto tramo de Circunvalación hasta La Uruca, después nos fuimos para La Valencia. Nunca dejamos de ver presas. Eso sí, no podemos negar que había mas presencia de oficiales de Tránsito y eso ayudó un poquito, pero es que son demasiados los carros.
Los trabajos en el bajo Los Ledezma tienen cerrado el paso por ahí. Hay bretes en la Circunvalación a la altura de los Hatillos, por el paso a desnivel que se construye. También en el cruce de La Galera en Curridabat, a la entrada y salida de Alajuela, a la entrada de Cartago, en fin, son demasiados puntos al mismo tiempo.
Guerra
Ya el Gobierno había anunciado el resurgir de la restricción para camiones pesados y el teletrabajo que, a criterio de las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt), “debe ser una alternativa para no ingresar, si no es necesario, a la capital, así fue planteado por el Gobierno y lo hará efectivo para el sector público”.
“Como complemento, se estarán reforzando con oficiales de Tránsito los puntos más difíciles de ingreso y salida de San José. Así, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador Jiménez, giró instrucciones a la Policía de Tránsito para que se valoren estrategias y modificaciones en la gestión en carretera, de tal manera que se pueda tener más presencia, en horas pico de la mañana y de la tarde, en esos ‘puntos más rojos’ de la capital”, agrega el MOPT.
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¿Dónde habrá más oficiales de Tránsito? “Se reforzará la presencia en sitios como el cruce de la Nissan, en Sabana Norte, en el Gimnasio Nacional y en el cruce del periódico La República, a la entrada de la ruta 32, en La Uruca, tomando en cuenta el cierre en el Bajo Los Ledezma, comprendiendo las implicaciones de ello en sectores como el puente Juan Pablo II y La Pozuelo”, añaden.
El ministro Amador también reconoció que le pidió ayuda a la Municipalidad de San José y el director de la Policía Municipal, Marcelo Solano, confirmó que enviarán dos equipos a partir de este viernes, uno por la mañana y otro por la tarde.