El orgullo de ser costarricense se lleva a donde quiera que vayamos, así lo dejaron en evidencia los ticos radicados en Nueva Jersey, Estados Unidos quienes llenaron con el rojo, azul y blanco la que es considerada como la octava provincia de nuestro país, por la gran cantidad de coterráneos que viven ahí.
Más de 300 costarricenses salieron a celebrar nuestro tradicional desfile de faroles vestidos con trajes típicos y los que no tenían, al menos trataron de combinar sus prendas con los tonos tricolor que nos identifican.
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Además, los asistentes pudieron disfrutar de una especie de turno donde degustaron los tradicionales platillos típicos que hacen extrañar el terruño como el arroz con leche, café, pan casero y por supuesto no podía faltar la buena música para alegrar el ambiente.
Una de las tradiciones más características de los ticos y que ponen a prueba nuestro ingenio son los faroles, y así lo demostraron los asistentes, quienes llevaron variados diseños como un chanchito, un rancho con flora y fauna nacional.
Fue una noche única para esta comunidad que gracias al apoyo de empresarios como Wilbert Romero, propietario del restaurante Pura Vida, y en conjunto con lideres comunales hicieron que esta tradición se pase a las futuras generaciones en el país norteamericano.
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