Se acerca la "anexión de Guanacaste", que es en realidad la del Partido de Nicoya, y empezamos a ver comerciales en la tele y fotos en los diarios que nos muestran como árboles de guanacaste a puros higuerones. Hacen un arroz con mango.
Nadie tiene claro dónde comenzó el enredo, pero algunos sospechan que se debe al INS. Esta institución nació el 30 de octubre de 1924, su primer nombre fue Banco Nacional de Seguros y en 1948 se lo cambiaron a Instituto Nacional de Seguros.
Por ser una de las instituciones más fuertes del país y que ha acompañado tanto tiempo a los ticos, se le están tirando los clavos de que la confusión que tiene la mayor parte de los costarricenses entre el árbol de guanacaste y el higuerón es su culpa.
El INS, como sabemos, tiene décadas de usar un logo con un supuesto árbol de guanacaste cuando en realidad parece ser un higuerón.
El doctor de los árboles, Luis Sheik, confirmó que la confusión la ha aumentado ese logo del INS porque desde el inicio usaron un higuerón, entonces la gente piensa en el guanacaste, lo imagina frondoso y abundante, algo que está lejos de la realidad.
Francisco Alvarado, “el Guardián del bosque”, un ingeniero en sistemas que ha dedicado los últimos 14 años de su vida a rescatar especies nativas de Costa Rica en peligro de extinción, confirmó lo dicho por el "doc" de los árboles.
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Para un experto como Sheik son dos árboles totalmente diferentes. El guanacaste tiene las ramas más separadas, su copa es más alta y sus hojas son pequeñitas; además, su fruto es una vaina dura forma con forma como de oreja. De hecho, el nombre guanacaste viene de la lengua azteca: “guautil”, que significa árbol, y “nacaztli” que significa oreja; lo que más o menos quiere decir árbol de las orejas o árbol que escucha.
El higuerón, según lo describe “el Guardián del bosque”, es muy tupido, su copa es achatada y las hojas son enormes en comparación con las del guanacaste; además, su fruto es el higo, lo que no tiene nada que ver con una vaina.
Ayuda al enredo que en la provincia de Guanacaste hay muchos higuerones y que de largo los dos árboles medio se parecen. Entonces la gente que visita la zona y ve un higuerón bien hermoso en plena pampa de inmediato se mete entre ceja y ceja que es un guanacaste.
Los dos árboles son dulciticos para pegar. La diferencia, explican Alvarado y Sheik, es que el higuerón se siembra con estaca y el guanacaste con semilla. Ambos se pueden encontrar a no más de 1.500 metros sobre el nivel del mar y son más de clima calentito; sin embargo, al doctor de los árboles le llama mucho la atención que en un clima como el de Curridabat, en el puro parque Central, esté bien pegadito un guanacaste.