Mae, es que no he terminado el brete, mejor dígale al mop que se vaya para el chante, no ve que ni siquiera he jamado, y la verdad, el ambiente aquí está solo bueno y estoy seguro que más tarde se pondrá más a cachete.
Si usted pone a leer esta frase a cualquier persona que hable español y no sea de Costa Rica, posiblemente se quede bateado.
A través del tiempo, hemos consolidado un “español a la tica”, por así decirlo, es bien pura vida, pero no todo el mundo comprende cómo es la vara.
El profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR), Víctor Sánchez Corrales, de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, entendió que hablamos a la tica y, desde 1991, se dio a la tarea de meterle ciencia a nuestra forma de expresarnos y juntar todas esas palabras, sus significados e interpretaciones en un diccionario.
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Don Víctor ya se pensionó y nos dice que el diccionario es gracias a un equipo de trabajo muy grande y una institución como la UCR que le compró la idea y se la respaldó por años.
Nació en Aserrí y ahí vivió hasta los nueve años. Después, sus papás se lo llevaron a vivir a San Juan Bosco de Pérez Zeledón. Tiene 78 años y para su diccionario agarró al vuelo todas las palabras vivas que usamos cuando hablamos en el barrio, el centro educativo, el trabajo y todo lugar en el cual conversemos.
Palabras usadas todos los días
Para entendernos mejor, el profe Víctor le puso columna vertebral el diccionario y fue la palabra “pura vida”, a partir de ahí se acercaron otras como mae, tuanis, solo bueno, mop, idiay, brete, jama, acharita y muchas más.
Allá por 1991 muchas personas pensaron que la idea de un diccionario con las palabras que usábamos a diario, incluso aunque no estén autorizadas por la Real Academia, era una cabezonada. Él jamás se rindió y comenzó a atrapar, para identificar y separar, cuanta palabra se le arrimaba al oído.
El profe Víctor nunca ha sido una persona que anda “fachenteando” con lo que hace. Al contrario, es de los que más bien se le hace el “ruso” a las cámaras de televisión o las fotos; sin embargo, con mucho cariño nos habló de su “sexto hijo” (tiene cinco entre los 50 y 19 años) de 32 años, el diccionario.
“La identidad de una comunidad está en su lengua. Este diccionario es una fotografía de nuestra comunidad costarricense muy especial y particular. Hablamos español como muchos otros países, pero tenemos un español muy tico que nos identifica y nos diferencia.
“Le voy a dar un ejemplo, la palabra mariachi a través el tiempo pasó de identificar a ese grupo musical mexicano para también identificar al grupo político de los seguidores del Partidos Unidad Social Cristiana (PUSC). Si se revisa la historia se entiende por qué también para nosotros mariachi significa calderonista”, nos explica el profe.
Otro ejemplo es con la palabra tusa, que nosotros le tenemos dos significados y las usamos en frases con las que queremos decir cosas diferentes: “conozco la tusa con que me rasco” y “ese mae es pura tusa”.
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“La tusa es lo que cubre naturalmente a la mazorca de maíz, aquí en Costa Rica la tusa se usó hasta para limpiarse el trasero después de ir al servicio sanitario. Entonces, había que conocer muy bien la tusa que se usaba para limpiarse y decirle a alguien que es muy pura tusa, sabiendo que la tusa se usó para limpiarse el trasero, pues ahí tiene dos formas de usar una misma palabra y eso solo se aplica en Costa Rica”, reconoció el filólogo.
Pura vida a lo tico
Sobre “pura vida” el profe nos da una explicación “a cachete” y cuidándose muy bien de no decir ninguna chambonada.
“Nos llega de México; sin embargo, con el tiempo se convirtió en marca país y a la cual los ticos le damos muchos significados.
“Bien podemos usarla para dar a entender que algo nos salió bien o también usarla para dejar claro que estamos pura vida de salud o que un jugador de fútbol recién contratado es bien pura vida”, aclaró.
En noviembre del año pasado se imprimió el primer tomo, es el que va de la A a la M, son 6.450 mil palabras. Se puede comprar en la librería de la UCR que está en la “Calle de la Amargura” y vale 20 rojos.
Déjese de mates pensando que es muy caro porque al profe, al equipo de trabajo y a la UCR le “costó un huevo” hacerlo, además, les quedó tan “puras tejas” (esa lo agregamos nosotros) que se ganó el Premio Nacional de Investigación Cultural Luis Ferrero Acosta 2024.
El segundo tomo irá de la N a la Z. Ya está en las revisiones finales para su pronta publicación.
Le agradecemos al profe que nos atendiera y que no se puso en “cochinadas” para hablarnos del tercer tomo y para confirmarnos que el Diccionario del Español de Costa Rica incluye hasta las malas palabras.
“Y se viene un diccionario de plantas, árboles y animales. Será un diccionario que explique científicamente qué significa la palabra asignada a un animal, pero también su sentido figurado.
“Se lo explico mejor, vendrá en la palabra zorro toda la explicación científica, pero también que en Costa Rica los ticos nos entendemos perfectamente cuando decimos: ‘Qué va, ese viejo es un gran zorro. O bien, cuando decimos: no le hable mucho porque esa vieja es una zorra’. Significados diferentes que incluso dejan claro nuestra cultura patriarcal”, confirma el profe Víctor.