Ceneyda Corea dependía de la voluntad de los papás de sus dos hijos, o de la situación económica de ellos para alimentar a sus pequeños, pero salió de la pobreza gracias a los collares, pulseras y aretes que aprendió a hacer gracias a ayuda estatal.
Eso que aprendió lo comparte actualmente en cursos muy prácticos, de apenas un día, que da en Santa Cruz de Guanacaste, donde tiene una tiendita junto a su hermana Damaris Vega, quien también estaba en condición de pobreza.
Ceneyda tomó un curso de computación y otro de bisutería y pasó de no tener nada a facturarle sumas importantes a una tienda libre de impuestos del aeropuerto de Liberia.
Ella dice que las clases son para aprender a hacer collares, pulseras, aretes o cualquier tipo de bisutería, empleando técnicas de alambrismo y guayás y materiales como piedras semipreciosas, perlas cultivadas, acero, cuero y otros.
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Las mujeres dicen que no tienen miedo a la posible competencia porque el mercado es muy grande y hay muchas posiblidades.
“Lo empezamos para hacer algo, pero se convirtió en una fuente de trabajo. Vamos a enseñar lo que en bisutería está a la vanguardia, lo que nosotros hacemos y que nos sacó de esa pobreza extrema”, dijo doña Ceneyda.
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Su hermana Damaris comentó que los cursos son muy personalizados, pues admiten como máximo a cuatro personas.
“El secreto es ser constantes, no aflojar. No siempre el negocio va bien, hay momentos en que no alcanza la plata y eso se debe saber. Pero hay que ir para adelante”, dijo Damaris.
Los cursos empezarán a partir del 30 de abril y se darán martes, jueves y sábados, a partir de las 9 a. m. La dirección es 75 metros al norte de la Honda en Santa Cruz, Guanacaste y el costo es de cinco rojitos.
Ellas venden los materiales, en lo cual podrían gastar entre 10 mil y 25 mil colones. Los interesados deben meterse al face korea´s bazar.