Si a uno le dicen frijoles negros piensa de inmediato en una ollota que huele delicioso y en la que hay huevitos duros y guineos negros.
Pero Johanna Sánchez está aquí para decirnos “suave, un momento, les tengo una sorpresa con eso”.
Ella es una pulseadora que hace cinco años se lanzṕ al agua con su propio negocio de panes ---Fran artesanal-- hechos a base de masa madre, un tipo de harina natural que no lleva preservantes y se digiere muy fácilmente.
Cuatro años antes Johanna había dejado su trabajo como ingeniera industrial para dedicarse a sus tres hijos, pero el gusanito de continuar realizándose profesionalmente siguió vivo y entonces empezó a hacer panes para vender.
Jamás le pasó por la mente que esa creatividad e innovación la harían ganadora del premio mayor en el concurso regional Super Chef con uno de sus productos estrella --¡y aquí reaparecen los frijolitos!--, que es el pan para hamburguesas hecho a base de harina de frijol.
¿Harina de frijol?, se estará preguntando usted. Sí, así mismo.
“La harina de frijol con la que preparo el pan de hamburguesa la hacemos nosotros mismos. Cocinamos los frijoles negros como en cualquier casa, con hierbas que cultivamos en el patio y cuando ya están suaves los ponemos a secar en el horno y. listo, los usamos en la preparación del pan”, reveló Johanna.
Suena muy sencillo, pero debe de tener su ciencia y su toque.
El pancito de frijol nació en el 2018 a petición de una clienta y luego de muchas pruebas para dar con el punto exacto de sabor y color. Lo bueno es que le llegaron.
Ahora lo distribuyen en restaurantes y en mercaditos orgánicos, pero si usted es de Heredia y quiere comprarlo, puede contactarlos y pedirlo al detalle.
Hay clientes de Johanna que lo han llevado a Pérez Zeledón, Tamarindo y a Liberia para chinear el paladar de sus familiares.
Al límite
Esta ingeniera y pulseadora se esperó hasta el último día de inscripción para mandar su receta al concurso Super Chef de Todo con frijol.
Estuvo analizando las que mandaron las demás concursantes y preparó las fotos y el video que solicitaron los organizadores.
El concurso es una iniciativa del Consejo de Frijoles de Estados Unidos (USDBC, por sus siglas en inglés) para concientizar sobre los beneficios nutricionales, sociales y ambientales que tiene comer frijolitos.
Dos semanas después Johanna recibió un correo en el cual le pedían una cita para probar el pan, la acordaron y cuando se dio el encuentro su producto terminó de convencer a los jueces por la innovación y la versatilidad de la receta.
Esa fue una de las razones por las que se impuso a participantes de Honduras, Panamá, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y más gente de Costa Rica.
“El concurso me pareció interesante y una excelente oportunidad para que niños y adultos mayores que no comen frijoles (como mis hijos) obtengan sus beneficios al comérselo”, explicó.
El premio es un video tipo Master Chef que será publicado en las redes sociales de Todo con frijol. Será una gran vitrina para todas las delicias que prepara.
Variedad
Johanna ofrece varios tipos de pan: los de hamburguesa con harina de frijol y el brioche; unos “bowls” (como tazones hechos de harina) para sopa, bollos grandes con varios tipos de cereales, de chocolate e incluso uno hecho a base de harina de plátano verde.
Es un negocio familiar entre ella y su esposo David Salas. Todos los tipos de pan que ofrecen son de masa madre, casi su cuarto hijo --dice Johanna-- porque si se quedan sin ella no pueden hacer pan.
Alejandro Leloir, ingeniero agrónomo del Consejo de Frijoles de Estados Unidos, afirma que ellos siguen de cerca el mercado costarricense y han notado con preocupación que el consumo de frijoles ha disminuido en los últimos años.
“No obstante, aún es elevado en relación con el consumo promedio mundial”, explica.
“También es positiva la gran variedad de frijoles que se consumen y se consiguen en el mercado costarricense”, añadió.
Es positivo conocer cuáles son los beneficios de comer frijoles.
Ese conocido grano es una gran fuente de fibra, minerales y antioxidantes. Aporta magnesio, potasio, zinc, calcio y fósforo... y además son deliciosos.