La creatividad no conoce los límites y eso lo sabe como pocas las artista Duvi Carranza.
Ella inventó una técnica que consiste en pintar a punta de tierra, arcilla y piedras. Duvi tiene 68 años y vive en Guácimo, pero es natural de San Ramón de Alajuela.
Doña Duvi recorre las montañas de Costa Rica en busca de los elementos que le servirán de base para sus creaciones. Luego procesa los productos, lo único que les agrega es barniz transparente para que no cambien el color. Todo lo demás es natural.
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Ella fue una invitada de lujo de la Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo (ACCS) en el marco del Día Internacional del Suelo, que se festejó este 5 de diciembre.
Ese día, la Asociación recibió un premio mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por un evento que desarrolló en La Sabana el año pasado y que se llamó ‘Manos al suelo’. Así nos dimos cuenta de doña Duvi y de su trabajo creativo.
- ¿Cómo hace las pinturas?
- Voy a la montaña, busco los materiales (piedra, arcilla, etc), los jalo al hombro por kilómetros. En casa los seco al sol, los trituro con una piedra. Luego los paso por una máquina de moler maíz y luego por un colador.
- Pero eso daría un polvo grueso, no una pintura...
- La mezclo con barniz transparente para que no cambie de color. No uso pintura de ningún tipo, es el color natural de la tierra y de los elementos.
- ¿Cómo se llama esa técnica?
- Debería llamarse Duvi porque solo yo la hago en el mundo. Hace como tres años vinieron de Francia a hacerme un documental.
- ¿Cómo tuvo esa idea de hacer pinturas con tierra?
- Me crié en una montaña y siempre quería pintar, pero nadie me regaló ni una caja de lápices de colores. Entonces me iba a los paredones donde la tierra es lavada por el agua, suelen ser lugares muy quebrados y de allí sale una arcilla de colores, me conseguía unos terroncitos y con eso dibujaba en los cuadernos.
- ¿Y eso fue todo, así lo descubrió y desarrolló la idea de un tirón?
- Pinté así en cuadernos toda la niñez, luego duré un tiempo sin pintar. Salí de la montaña para ayudar a mis padres. Me casé, tuve un hijo, quedé viuda. Cuando me hice bien grande, casada, seguía con la idea de pintar y lo hice con óleos, pero si había logrado de pequeña pintar con tierra ¿por qué no lograrlo de grande? Me dediqué ocho años a andar las montañas, por todo el país, buscando los colores y los conseguí.
- ¿En cuál montaña se crió?
- Vivía en San Ramón, como cincuenta kilómetros al oeste, en el último rincón que se llama Las Carreras Buenas de Zapotal, después de eso sigue Miramar.
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- ¿De allí sacó todos los colores?
- Viajé por todo el país, donde los bribrí, los quepoa, en San Carlos, en Guanacaste, todas las provincias. Voy a fincas privadas y los dueños me dan permiso y me prestan muchachos para que saque material, no son grandes cantidades, de un derrumbe saco medio saco, del Zurquí medio saco, y así.
- ¿Cuál es el color que más le costó conseguir?
- El azul fuerte, azul grisáceo, azul más celeste. Viera como cuesta conseguir azul.
- ¿Y el más abundante?
- El rojo. Está en Upala, Piedades Sur de San Ramón, es bastante común, se consigue por sacos o quintales, pero el azul no. Fíjese que la gente conoce la tierra colorada, amarilla, pero azul, creo que solo yo. Suele estar donde hay azufre, encontré en Esparza, en una especie de cañón donde hay una falla tectónica que se abrió.
- ¿Y cómo llegó a ese proceso, hubo prueba y error?
Duré ocho años ensayando, mientras buscaba los colores hacía la prueba y ensayo. Si no estaba en la montaña estaba en la casa probando cómo hacer para que pintara.
- ¿Hay alguna persona que haya aprendido su arte?
- No, algunos muestran interés, pero cuando les digo 'vamos a la montaña a buscar el material me dicen ‘está loca, no voy hasta allá’. Los que quieren pintar son chiquitos de plata que se la pasan en computadora. Cuando les dicen que se debe ir a la montaña y hacer el esfuerzo de carga, que jalar, que lo van a picar insectos, que hay culebras... no van. La gente de ciudad le tiene miedo a todo esto.
Sin embargo, les di talleres a los indígenas de Chirripó porque quiero que alguien desarrolle esa técnica, ya me estoy poniendo vieja y no podré. La UCR de Turrialba es la que me ha llevado a dar esos talleres.
- Usted debe tener una condición física envidiable
- Trabajé el campo, la traigo de niña (la condición), nunca he dejado de hacer ejercicio. Hago 600 gradas por día.
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- ¿Lo que pinta da para vivir?
- Los primeros años casi muero de hambre, comía cajetas y arroz con leche. Ahora, a veces vendo un cuadro en medio millón, pero debo rendirlo. Tengo de hace poco una pensión del Estado y estoy más tranquila. Vivo con poquito.