Andrea Aguilar y su esposo Henry Araya tenían año y tres meses de casados cuando la vida les dio un golpe durísimo.
Una mañana él iba para su trabajo y cuando transitaba en moto por El Coyol de Alajuela tuvo un accidente de tránsito, chocó contra un carro que dio una vuelta en U y las fuertes lesiones que sufrió ocasionaron que perdiera una pierna y que estuviera mes y medio en coma.
El brazo izquierdo le quedó limitado, sufrió tres infartos cerebrales y los pulmones los tiene a un tercio de capacidad.
Andrea estuvo este miércoles en un foro sobre sexualidad que se llevó a cabo en la Asamblea Legislativa, que tuvo como fin crear conciencia sobre la importancia de aprobar un proyecto de Ley que anda en la corriente legislativa desde el 2007, que pretende que en el Congreso se hable plenamente sobre sexualidad.
Ella compartió su experiencia sobre la importancia de que las personas con discapacidad tengan derecho a una vida sexual plena, cosa que actualmente no siempre se cumple.
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Henry estuvo internado dos meses y luego vivió un proceso de recuperación de dos años, pero nunca le dieron ningún tipo de orientación sobre cómo asumir la sexualidad con su nueva condición, algo que en realidad necesitaba, porque su cuerpo cambió para siempre.
“Antes del accidente no teníamos hijos, ahora tenemos un bebé de dos años y es curioso porque la gente lo vuelve a ver a uno extraño, primero se le quedan viendo a él como preguntándose: ¿anda con un niño pequeño? y luego, cuando me ven a mí como preguntándose, ¿también es casado? y yo recuerdo que antes del accidente no nos veían así.
“Sí, para tener hijo hay que tener sexo y la gente no lo entiende. Cuando mi esposo estaba en el proceso de la recuperación yo también me lo preguntaba, ¿ahora esto cómo será? Yo nunca había tenido relaciones sexuales con alguien con discapacidad”.
Aprendieron solos
Andrea relató que al retomar la vida sexual con su esposo, los dos tuvieron que ir descubriendo la mejor manera de acoplarse.
“Tuvimos que aprender solos porque no había, en ese momento, psicólogos o médicos del hospital del Trauma que nos guiaran en eso y es que la sexualidad pasa a ser diferente, ¿se hace con prótesis?, ¿se hace sin prótesis?, hasta puede haber caídas, porque es otra cosa y eso no se enseña en ningún lado, no hay nadie que nos diga, bueno, la sexualidad va a cambiar de esta manera.
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“Yo creo que los especialistas están muy enfocados en que la persona aprenda su nueva condición de vida en la parte física, les explican cómo utilizar una prótesis, les dan terapia ocupacional para que puedan reintegrarse a sus trabajos y la parte de psicología se enfoca mucho en su aceptación física, pero la parte sexual queda a un lado”, aclaró.
En el foro quedó claro que a muchas personas con discapacidad se les limita su derecho a vivir una sexualidad plena, quizás, porque muchos papás ven a sus hijos con condiciones especiales como “bebés eternos”.
Pero no solo estas personas ven violentado sus derechos sexuales, los adultos mayores también y otros grupos vulnerables, por eso es que la diputada Andrea Álvarez, del partido Liberación Nacional, impulsa este proyecto de Ley.
“El proyecto lo que busca es que haya un capítulo sobre derechos sexuales y reproductivos en la Ley General de Salud y esto le daría herramientas a la ciudadanía para poder demandar que esos derechos sean efectivos en la práctica y, además, lo que me parece más importantes es que sí diferencia ciertas poblaciones, entonces enfatiza que las personas con discapacidad tiene derecho a su sexualidad plena, que los adultos mayores tienen derecho a su sexualidad plena, igual las juventudes, además incluye el derecho a la información”, explicó la legisladora.
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Este proyecto no es nuevo, la primera proponente fue la exdiputada Ana Helena Chacón quien en el 2007 lo propuso, pero no tuvo éxito. Luego, en la administración pasada, la legisladora Paola Vega trató de rescatarlo, pero tampoco tuvo suerte.
“Es un reto... es importante que la gente entienda que es una iniciativa muy general, es hasta ligero con respecto a todo lo que se necesita, espero que las demás diputaciones entiendan que, en la medida de este tipo de derechos estén enunciados, podemos conseguir resultados positivos”, añadió Álvarez.
La exdiputada Paola Vega estuvo presente en el foro y dejó muy en claro que todavía hay diputados a los que les avergüenza o los pone incómodos hablar de sexualidad y eso genera problemas a la hora de legislar.
“La Asamblea Legislativa es representativa y es un síntoma que nos tiene que llamar la atención que si aquí hay diputados a los que estos temas les sigue generando una resistencia o lo siguen considerando tabú, tiene que ser porque hay todavía un sector de la población que, a falta de información, o por el esparcimiento de mitos o perjuicios, sigue viendo estos temas con resistencia”, expresó Vega.