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Tibaseña tiene colección de 90 pasitos (videos)

Familiares le traen de dónde sea que vayan a pasear

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El espíritu navideño inunda miles de hogares, pero en la casa de doña María Antonieta Paniagua este sentimiento se “multiplica 90 veces” por su apreciada colección de pasitos.

Así, bien acomodaditos, tienen doña María Antonieta y don Carlos Montero la colección de pasitos. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

Son nada más y nada menos que 90 los que ha logrado coleccionar la vecina de Llorente de Tibás en los 42 años de esta bella tradición, la cual comenzó como en todo hogar. Cuando doña María Antonieta se casó, formó su familia y necesitó un pasito.

Desde que se casaron, hace 42 años, comenzaron esta linda tradición. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

El segundo tiene un valor especial para ella pues su mamá, doña María Cecilia Luna, se lo regaló y era de su abuelita Clemencia Luna.

“Ya tiene como 60 años ese pasito. Luego me fueron regalando y empecé con esa ilusión de seguir coleccionado pasitos. Todos los años alguien de la familia o amistades me regalan uno y así ha ido creciendo la colección”, contó la orgullosa coleccionista de 68 años.

Y para acomodar tantos portalitos debe tener un espacio especial y ahí entra a jugar su esposo,

Carlos Montero, quien todos los años le alista una armazón muy bonita, de 2x2 metros, donde los va acomodando.

Esta Sagrada Familia es bien patriótica. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

Solo en la armazón duran una semana y, una vez lista, comienzan a sacar los pasitos y a ponerlos con su aserrín y piedritas, en esa parte se les van otros tres días, según nos detalló.

“Ahí los vamos poniendo, siempre numerados para que no se nos vayan a confundir. Hay de todos tamaños. Los montamos en unas ‘chuletas’ de madera”, explica Paniagua.

Para la decoración también cuentan con la ayuda de su nieta María Cecilia Montero Gutiérrez, de 12 años, quien incluso cada año hace un pasito.

Y como todas las etnias tienen cabida en el reino de Dios, esta familia de negritos engalana la colección. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

“Comenzó dibujándolos y ha ido superándose poco a poco, cada vez los hace más bonitos. Los hace en una pasta que ella maneja”, explicó doña Anto.

Orden de llegada. La numeración de cada pasito la hizo a como fueron llegando a sus manos, aunque cree que lo ideal habría sido ordenarlos por tamaño, pero como ya se le hicieron tantos, prefirió no cambiar esa forma de identificación.

En la copa del fondo está el más chineado de todos, que fue el que heredó de su abuelita. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

“Tengo una lista con cada uno y alguna pieza del pasito tiene por debajo el número para que no haya confusiones a la hora de guardarlos”, detalló.

Durante el resto del año los tiene bien guardaditos, como tesoros que son, en un clóset.

“Se me ha quebrado alguno en una esquinita o así, entonces me ayudan pegándome de nuevo la piecita que se ha roto”, comentó la tibaseña.

Bien chineado

El primero que tuvo es pequeñito, de diez centímetros cada figurita y el de su abuelita las piezas son muy pequeñitas, por eso lo tiene dentro de un recipiente de vidrio.

“El de mi abuelita lo tengo como más cuidado para que no me le pase nada, más chineadito. Las piezas están un poquito gastadas , pero enteritas”, explica minuciosamente.

Este luce la vestimenta típica guatemalteca. Foto Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

Entre tanto pasito, por supuesto que la oferta es variada, gran parte son solo la Sagrada Familia, hay otros que vienen en una sola pieza con el burrito y otros elementos.

“Me han regalado algunos de toda Centroamérica, otro de México y uno de Portugal, entre otros lugares”, contó Paniagua.

Ya en la familia saben que cuando andan de viaje y ven un pasito, deben llevárselo para aumentar su colección.

Montado en una especie de cubos, este es uno de los pasitos más diferentes que tiene. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

“Y ya los pasitos se han vuelto famosos en los rezos del Niño. El año pasado no se pudo por la pandemia y este me imagino que tampoco porque la familia es grande y viene mucha gente, por lo que hay que esperar a que pase esto”, dijo la responsable mujer en tiempos de pandemia.

Seguirá la tradición

Como a la fecha la única que se ha apuntado con la pasión de la abuela es la pequeña María Cecilia, doña Anto le ha dicho que cuando ella ya no esté en este mundo, que ella continúe con la tradición de los pasitos.

De todos los tamaños y formas, así son los 90 pasitos de la colección. Foto Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

“Mi hijo Juan Carlos Montero, cuando estaba pequeñito, sí colaboraba mucho con la decoración, era su ilusión en Navidad, pero ahora vive aparte y hace su pasito en su propia casa”.

La bella y significativa tradición nació en la casa que alquilaban recién casados en San José, por la escuela Juan Rafael Mora, y hace 35 años adquirieron la casa en Tibás, donde la historia siguió y seguirá...

Este es uno de los aportes de su nieta María Cecilia a la colección. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Además, la familia se esmera con la decoración. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Una Sagrada Familia encapsulada en una lámpara como señal de la luz que debe iluminar nuestras vidas. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Por supuesto que los Niñitos son el elemento principal de los pasitos. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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