Las terapias de conversión sexual se han convertido en un tema polémico ya que un proyecto de ley quiere acabar con ellas y eso ha generado muchas opiniones divididas.
Este miércoles la iglesia Católica dio su posición sobre el tema y revivió la discusión.
“Insistimos siempre en el respeto que se debe a la dignidad intrínseca a toda persona, independientemente de su orientación o autopercepción de su identidad sexual. Como dice el Catecismo de la Iglesia católica: ‘Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación”.
LEA MÁS: Hace cuatro años llegó el covid a Costa Rica, así lo anunciaron
Ahora bien, los obispos dicen que ven con preocupación que el texto que se discute en la Asamblea Legislativa, que tiene como objetivo prohibir las terapias, no hace diferencia entre las personas menores y mayores de edad, por lo que piensan que no se asegura el respeto que el Estado costarricense debe a los derechos y deberes de los padres y madres con respecto a sus hijos.
Ellos respaldan su posición en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, la cual dice en el artículo 5:
“Los Estados partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño, de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiada para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”.
LEA MÁS: ¿Quién dice que las personas con síndrome de down no pueden cumplir sueños? Esto le encantará
Dicen que el proyecto de ley impone una serie de sanciones a todos aquellos que no estén de acuerdo con los llamados servicios de “tipo afirmativo del género y sexualidad”, con lo que viola la libertad de pensamiento, de expresión y de religión.
Además, creen que la iniciativa viola los derechos de aquellas personas que, libremente, no se sienten conformes con su condición y quieren buscar ayuda para cambiar.
“Ya nuestras leyes cuentan con mecanismos para denuncias cuando se violente la libertad de alguna persona en cualquier tratamiento.
“La Iglesia no puede dejar de defender lo descrito, por el bien de la sociedad costarricense y respetuosamente solicita a las señoras y señores diputados que voten en contra del proyecto de ley 20.970”, dice el comunicado de la Iglesia.