“Mi hijo tiene 11 años y jamás me ha preocupado su aprendizaje sino su conducta, eso ha sido lo más difícil, porque entiende todo muy rápido en el aula y entonces se aburre, en la casa todo lo cuestiona, para convencerlo de algo hay que darle argumentos bien sólidos porque sino sigue con su posición.
“Incluso, por tanto desconocimiento que tenía con respecto a mi hijo, llegué a pensar que tenía algún síndrome que yo no conocía, no lo niego, llegué a pensar que estaba enfermo de algo, hasta que me ayudaron en el Ministerio de Educación para entender que es un niño con capacidades de aprendizaje por encima de lo normal”.
Este parte del testimonio de doña Melissa Montiel Cubillo, la mamá de un nicoyano, José Ángel Montiel, de 11 años, y quien antes de cumplir un añito ya hablaba hasta frases completas, incluso, a modo de ejemplo, con tres años de edad le dijo a la mamá que por favor dejara de usar desodorante en aerosol porque estaba afectando la capa de ozono.
Desde el momento en que José Ángel nació, doña Melissa comenzó a notar y a sentir que tenía algo diferente. La primera señal fue que habló y muy bien antes del año, nada de hablar chineado, sino articulando bien cada palabra que decía, pero ella pensaba que como ella es muy hablantina, su hijo salió igual.
La segunda señal de que algo era diferente, fue que, a los 4 años, como ella daba catequesis lo llevaba al aula y lo ponía a pintar o hacer cosas de niños, pero él pronto le preguntó: “mamá, tú dijiste que Dios es muy bueno y es amor y si es tan bueno y es amor y perdona todo lo malo que hace la gente en el mundo, ¿por qué no perdona al diablo?”.
Otro día le preguntó a la mamá que si lo amaba y que si lo regalaría, ella le dijo que lo superamaba y que jamás lo regalaría, y de inmediato le preguntó que entonces por qué Dios si amaba tanto a su hijo lo regaló para que le hicieran cosas feas en la Tierra. Hablamos de un niño de cuatro años que lo llevaban a pintar a la clase de catequesis para niños por encima de los 10 años.
José Ángel pinta casi desde que nació, además, encontró en la plasticina un lindo mundo para hacer figuras de las fábulas que veía en televisión y hace figuras muy bien definidas desde los cuatro años.
“En la casa yo tenía grandes problemas porque él todo lo cuestiona, eso me creó dificultades con los límites, fue un reto enorme. Siempre cuestiona más allá de lo normal. Si él cree en algo y se le quiere hacer cambiar de parecer, hay que convencerlo con muy fuertes argumentos porque de lo contrario cuestiona siempre. Terminaba muy cansada de estar luchando con argumentos para hacerlo entrar en razón.
“Al entrar a la escuela pasó lo mismo con la maestra, porque todo lo cuestionaba. Todo lo que lo ponían a hacer lo hacía muy rápido, es que entró a primero y ya sabía leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y no dejaba dar la clase y así comenzaron los problemas de conducta”, explica doña Melissa.
Llegó la ayuda
Para tercer grado fue que, después de mucho leer y muy preocupada por su hijo, doña Melissa, de la mano con la maestra de escuela, dieron con la Unidad de Alta Dotación, Talentos y Creatividad, una unidad del Ministerio de Educación Pública (MEP), que se creó en el 2018 exclusivamente para niños con inteligencia y habilidades superiores al promedio.
Para que nos entendamos mejor, el coeficiente intelectual (digamos que el nivel de inteligencia) que tenía Albert Einstein era de 160, pues esa Unidad del MEP trabaja con niños y jóvenes con coeficiente intelectual por encima de 130.
“Se define alta dotación a los elevados niveles de capacidad intelectual y eficacia de las personas, en cualquier forma de procesamiento y gestión de la información, que sea superior a la esperada para su edad y que se presente en las áreas cognitivas y creativas”, nos explicó Sandra Villalobos Chan, jefe de la Unidad de Alta Dotación.
Aclara doña Sandra que, si bien los niños con inteligencia superior al promedio pueden ser muy diferentes entre sí, existe una serie de características comunes o más habituales como que establecen relaciones entre informaciones y contextos diferentes, tienen más amplio aprendizaje, presentan mayor facilidad y rapidez para obtener nueva información, aunque sea más complicada.
Además, desarrollan nuevos conceptos e ideas, realizan aprendizajes con mayor nivel de profundidad, generan propuestas o soluciones innovadoras, originales y muy diferentes, tienen una gran sensibilidad y pueden tener uno o varios talentos.
Más de cien identificados
“En estos momentos en la Unidad hay más de 100 niños y jóvenes de todo el país identificados con alta dotación. Eso de que solo hay niños con altos niveles de inteligencia en niveles sociales con mucho dinero es falso, hay de escuelas públicas y privadas.
“Es importante identificar y tratar a estos niños y jóvenes para poderles ayudar en esa necesidad de conocimiento que tienen todos los días, colaborarles para encarrilar sus capacidades para que sean felices en el área creativa o de conocimiento que más les gusta”, explica doña Sandra.
Si usted considera que un hijo, sobrino, primo, vecinito, tiene una inteligencia por encima del promedio y no está en esta Unidad de Alta Dotación del MEP, puede escribir al correo: altadotacion@mep.go.cr