La Policía de Tránsito y el Mopt le piden a todos los choferes del país que por favor tengan paz con los motociclistas y ciclistas que entregan pedidos a domicilio, sobre todo porque viene una época de presas y corre corre en nuestras calles: diciembre.
El Director General de la Policía de Tránsito, Germán Marín, advirtió que, al 31 de octubre, casi el 50% de los muertos en carretera viajaban en motocicleta, 174 de los 352, de por eso su llamado a la tranquilidad y al cero estrés en la temporada navideña.
“Por un lado, queremos insistir con los comerciantes y los clientes, para que no generen presiones excesivas sobre los mensajeros, sean ciclistas o motociclistas, para que entreguen los productos en tiempos demasiado cortos, ya que eso puede hacer incurrir en imprudencias a estos trabajadores.
“Recibir un almuerzo o una cena caliente es lo ideal, pero jamás podría valer la vida de una persona, debemos tener la capacidad de ponernos en los zapatos de estos mensajeros”, dijo Marín.
Marín le pide a los ciclistas y motociclistas a andar siempre visibles, por ejemplo, manteniendo siempre prendida la luz, andar chaleco o cinta reflectante y andar casco; les pide que no adelanten por la derecha, no andar a todo gas, no manejar contravía y respetar los semáforos y señales de ceda y alto. Además, le pide a los choferes que se corran un poquito para que las motos puedan pasar en zonas de tránsito lento.
Poca paga
Octavio Casanova, quien con su moto reparte comida para Uber Eats, agradece profundamente a las autoridades del país por pensar en ellos, al mismo tiempo explicó que si bien la entrega inmediata mete presión, el mayor estrés que viven los motorizados o los de bicicleta, es lo poco que ganan con cada entrega, algo que los obliga a siempre andar rápido para poder hacer la mayor cantidad de entregas posibles.
Explica Casanova que Uber Eats les paga entre 650 y 750 colones por viaje, sea en moto o en bici y cada viaje puede tardarse casi una hora, porque mientras van y retiran el pedido y lo entregan, se tardan mucho.
“Estamos haciendo unos cuatro mil colones cada cinco horas, eso demuestra que es muy poco lo que nos pagan. Para medio ver algo de dinero tenemos que trabajar unas 14 horas diarias y hacer unos 22 viajes, pero eso casi nunca se logra, hay demasiada competencia”, explicó don Octavio.
Clientes no presionan
Anónimamente hablamos con una mujer que trabaja repartiendo con Glovo, ella prefirió no dar el nombre para que no le armen bronca por hablar. “Globo es de los que mejor paga, ¢850 colones por viaje, tampoco alcanza. La mayor presión que tenemos es por lo poco que pagan, eso nos obliga a correr sin parar, con mejor paga por viaje andaríamos más tranquilos; los clientes no presionan”, explicó la trabajadora de Glovo.
Un trabajador en bicicleta de Hugo, quien también prefirió no dar el nombre, aumentó el pedido que hace el Gobierno. “Le pido a los choferes que por favor no nos tiren sus carros, uno se la tiene que jugar demasiado para no tener un accidente.
“Nadie nos respeta y peor a los de bici. Es importante que recuerden que somos seres humanos con familia que andan pulséandola, no merecemos que nos echen el carro encima”, dijo.