Desde buen temprano los gremios de taxistas del país se tiraron a la calle para iniciar una protesta contra el Gobierno y dejarle muy claro que quieren una indemnización de 20 millones de colones para cada uno por rompimiento de contrato.
Ya acepta la fuerza roja que la guerra contra Uber está perdida, por eso, le reclaman al Estado que al romperles el contrato, cada taxista con placa debe recibir los 20 melones. Taxistas de Cartago, Alajuela, Heredia, San José, San Carlos, Pérez Zeledón y otros puntos del país, atendieron el llamado.
Gilbert Ureña, del Foro Nacional de Taxistas, advirtió que ya no están pidiendo reuniones de ningún tipo porque nunca sirvieron para nada, tampoco las mesas de diálogo, los paros y las huelgas, eso los hizo entender que ya con Uber no hay guerra que pelear, que ya perdieron, por eso, ahora el tema es la indemnización.
Y van con todo, Ureña asegura que tomarán todas las medidas necesarias para que el Gobierno les reconozca el daño hecho. “Cientos de taxistas están en la ruina, en la calla, endeudados y empobrecidos, gracias a un Gobierno que jamás hizo respetar la ley”, afirmó don Gilbert.
En la corriente legislativa hay un proyecto de ley que para Ureña deja a la libre las tarifas a cobrar y a las plataformas tecnológicas para el transporte de personas, por eso, ya no se van a concentrar en evitar que ese proyecto se apruebe sino en que les den millones e incluso que se les paguen los derechos laborales a cada dueño de placa.
De hecho, explica don Gilbert, lo que buscan es que el proyecto de ley incluya la indemnización, que fue promesa del actual presidente del país, Carlos Alvarado. “Ya expertos hicieron los cálculos y a cada taxista le deberían tocar 36 millones de colones, pero, entendiendo la realidad del país, lo dejamos en ¢20 millones