Una nueva variedad de “superpapa”, bautizada Palmira, está a disposición de los agricultores del país que luego la harán llegar a quienes las comemos.
Nada tiene que ver con el equipo brumoso, por aquello de que algunos sientan ganillas de sacar caja.
Arturo Solórzano, director del Instituto Nacional de Innovación en Tecnología Agropecuaria (INTA), explicó que esta nueva variedad es bien matona, pero en el buen sentido.
“Registra rendimientos estables tanto en época seca como lluviosa, produce casi 33 toneladas por hectárea”, dijo.
Y hay más: “Se adapta muy bien a condiciones de clima seco y caliente. Su forma es redondeada, de cáscara blanco-crema y su pulpa es crema. Y por tener menos contenido de agua es especial para la industria nacional”.
Jorge Mora, encargado de la investigación que la desarrolló, dijo que la “superpapa” ya tiene la respectiva certificación, o sea, se puede comercializar por parte de la Oficina Nacional de Semilla y ya está a disposición de los interesados.
“Es poco propensa al volcamiento (de la mata, tiene un tallo más resistente), es altamente resistente al parásito tizón tardío, a problemas de la mosca minadora y presenta alta resistencia al virus Y (uno de los que más ataca a la deliciosa papa)”, añadió Mora.
Palmira es de libre uso, está disponible para los productores que deseen sembrarla.
Las personas interesadas en obtener esta variedad para la producción comercial pueden comunicarse al teléfono 2530-1224, de la Estación Experimental Carlos Durán, en Potrero Cerrado de Cartago.
Esta nueva papa es, definitivamente, la tapa de los peroles y fue desarrollada gracias a un trabajo en equipo durante seis años.
En ese tiempo le pusieron bonito personas del INTA, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Oficina Nacional de Semillas y la Fundación para el Fomento y Promoción de la Investigación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria de Costa Rica (FITTACORI).
El clon de la “superpapa” llegó al país en el año 2011 procedente del Centro Internacional de la Papa (CIP), que está en Lima, Perú, como parte de una colección de 37 variedades que aguantan bien las altas temperaturas.
Otra gran ventaja es que tiene el sabor de las variedades a las cuales los ticos estamos acostumbrados.
Además, les ayudará a los agricultores a competir más y mejor en el mercado.
Solo queda probarla a ver si como ronca... sabe.