Sunny es un zaguatico que vivió dos años de indigente en Sagrada Familia. Le iba tan mal en la calle que estaba todo flaquito y hasta fue abusado sexualmente por un ser humano. No tenía dueño, cama ni comida.

Una llamada alertó a la Asociación Voluntarios de Corazón y su representante, Johanna Picado Guier, nos confirmó que rapidito se movieron al saber del caso de Sunny para rescatarlo. El héroe fue Gustavo Rodríguez quien se topó con la sorpresa de que este zaguatico tenía un hermanillo que también era indigente, Pipo: iba a rescatar un perro y terminó con dos.

“Cuando lo rescatamos tenía dos años y un poquito y era imposible que alguien lo pudiera tocar, se enojaba y comenzaba a pegar gritos, se puede decir que era un perro casi que en estado salvaje.

“Como hacemos en la asociación con todos los perritos que rescatamos, lo primero fue llevarlo a la veterinaria para un chequeo general, exámenes, vacunas, desparasitarlo, en fin, lograr que médicamente estuviera muy bien.

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“Dejé a Sunny como algo normal que hacemos siempre con los perros, en este caso lo dejaron internado porque estaba muy flaquito. Ese mismo día por la tarde nos llamó la veterinaria para confirmarnos que había sido abusado sexualmente porque tenía el ano muy agrandado. Eso nos golpeó mucho”, explica Johanna.

Con la amarga noticia que les dio la veterinaria, los de Rescate de Corazón comprendieron por qué no se dejaba tocar por nadie.

Cuando a este zaguatico le dieron la salida de la veterinaria, doña Johanna se lo llevó para el refugio que tienen y de una vez entendió que iba a ser imposible que alguien lo adoptara porque era muy agresivo; sin embargo, aparecieron dos ángeles, doña Cristina Mora y su esposo, Leonardo Sánchez, quienes a pesar de saber perfectamente el problema de Sunny lo adoptaron el 16 de octubre del 2022.

Por cierto, a Pipo, el hermano de Sunny, lo están dando en adopción. Tiene 3 años, es muy noble y cariñoso. Aún desconfía un poco de las personas, pero una vez que toma confianza es el perro más bueno del mundo. Se entrega castrado, vacunado y desparasitado. Llame al 8795-24 01.

El amor todo lo puede

Le agradecimos a doña Johanna por contarnos la historia y de inmediato buscamos a doña Cristina, vecina de Calle Blancos, para saber por qué había adoptado a un zaguate abusado sexualmente y superagresivo.

“El primer perro que adoptamos fue Donna y no se dejaba tocar por nadie, le huía a todo el mundo y era muy agresiva, por eso entendimos que Sunny debía ser misión nuestra, ya lo habíamos logrado una vez, sabíamos lo que se debe hacer.

“Nadie quiere adoptar problemas, mucho menos un perro que no se dejaba poner encima ni un dedo. El único lugar de Sunny era con nosotros…hoy día Donna le brinca todo el mundo y es bien juguetona”, asegura doña Cristina.

Recuerda la mamá humana del zaguatico que al inicio fue demasiado estresante, por eso necesitaron paciencia y amor para lograr que Sunny se deje tocar por doña Cristina e incluso ya hasta se sube a la cama a dormir con ella.

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Todavía el firulais no se deja tocar por don Leonardo ni nadie más.

“Ahí va, poco a poco, sabemos que es un proceso. Sunny ahora vive como un rey, es amado y hasta sus caprichitos se le dan.

“Poco a poco le voy viendo la ‘perronalidad’ que escondió durante tanto tiempo por los traumas que sufrió en la calle, es juguetón, noble, protector, porque no deja que nadie se me acerque, la posición corporal le cambia; cuida mucho su casa y a sus dos hermanitas perrunas (Donna y Chiky, eran tres, pero Sisi falleció hace poco)”, comenta doña Cristina.

Esta es solo una historia de muchas que a diario se viven con los zaguaticos sin hogar que se la juegan a diario en las calles del país.

Les hablamos de zaguates porque justo este domingo 28 de mayo es el Día Mundial del Perro Sin Raza, para que nos entendamos mejor, el Día Mundial del Zaguate.

Esta celebración se inventó para motivar el cuido y adopción de los zaguaticos callejeros, que por cierto, gente experta en el tema de perros sin hogar nos confirma que poco a poco nuestro país reduce la cantidad de firualis indigentes.

Castraciones son el secreto

Rubén Rodríguez, presidente de Federación Canina Costarricense (ACAN), nos explica que en ciertos cantones sí se ve una baja de zaguaticos sin casa, pero en otros no, sin embargo, en términos generales se puede hablar de una baja aunque no hay un censo que lo confirme con datos.

“En Cartago uno sí nota que hay menos perros indigentes. Hay otras zonas en las que no se nota, pero sí puedo decir que hay un impacto en la cantidad castraciones que se vienen haciendo y creo que ese es el enfoque a desarrollar, castraciones masivas de perros callejeros y enfocados en machos que son los que nacen más”, explica don Rubén.

Justo eso mismo piensa doña Lya Battle, del refugio Territorio de Zaguates, en donde cuidan y le dan cariño a perritos abandonados.

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Las castraciones han sido importantísimas para controlar la cantidad de nacimientos de perros en situación de calle. Un perro que nace en la indigencia está predestinado a morir. Es importante que las comunidades se organicen y ayuden con las castraciones, que le pongan atención a los perros sin dueño para poderlos castrar y evitar que se multiplique el problema”, explica doña Lya, quien nos recuerda que para ayudarle a Territorios de Zaguates con adopciones o alimento, pueden escribir al Whatsapp 8815-2514.

Tolerancia al zaguatico callejero

Gisela Vico, directora de la Asociación Nacional Protectora de Animales (ANPA), quien tiene 33 años de experiencia en el tema de perritos callejeros, nos explica que en Costa Rica hay una tremenda tolerancia a ver perritos en la calle, además de una cultura de desatender al perrito casi todo el día.

“Uno ve muchos perros en la calle y piensa que son indigentes, pero para gran sorpresa, una mayoría tienen su casa, su dueño, pero durante el día salen libremente sin collar a andar por las calles.

“Esos perros se saben las rutas para ir a casa, acompañan a los chiquillos a la escuela, dejan en el bus a la mamá que va para el trabajo, después él mismo busca dónde comer y sabe cómo taparse de la lluvia, por la noche vuelve a la casa para dormir y comer con la familia dueña. Andan siempre en la calle, pero tienen todas sus necesidades cubiertas”, aclara la representante de ANPA.

Cuando hablamos puramente de los peluditos indigentes, agregó: “El perro callejero, aquel que sobrevive tomando agua de caño y comiendo basura, cada vez se ve menos en nuestras calles, es bajo el porcentaje en nuestro país.

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“Es fácil de reconocer porque anda siempre asustado, le da miedo cruzar las calles, pasa con la cola entre las patas y las orejas caídas, anda siempre a la defensiva esperando un golpe o que lo espanten porque no sabe ni dónde está. De esos cada vez hay menos. Sí hay, pero son más los que le dije, los que tienen casa, pero pasan callejeando”.

Si quiere colaborar con ANPA puede dejar su mensaje al 8996-3444. Se ocupan voluntarios, donaciones de todo tipo para los peluditos, patrocinar la castración de un perro de calle o los que tienen familias de bajos recursos.

La coordinadora del Programa de Pequeñas Especies del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), la doctora Iliana Céspedes, nos recuerda que el estudio nacional sobre tenencia de perros en Costa Rica 2016, concluyó que los perros sin raza determinada (SRD), comúnmente conocidos como zaguates son los de mayor prevalencia en los hogares costarricenses y con especial presencia fuera de la Gran Área Metropolitana. (Word Animal Protection, 2016).