¿Quién iba a pensar que una humilde casa de perro hecha de madera y latas herrumbradas podría alojar la esperanza de venderla y sacarle ¢192 millones?
Pues así es. La casita en la que vivía un pastor alemán en Aguas Zarcas de San Carlos sería subastada a nivel mundial y podría dejar ese montón de plata.
¿Qué tiene de especial? Resulta que fue golpeada por un pedazo del meteorito caído el 23 de abril del 2019 en el sitio y ese tipo de objetos son muy buscados por coleccionistas de todo el planeta.
El diario estadounidense New York Post informó en una publicación que “the Aguas Zarcas doghouse” (la perrera de Aguas Zarcas) podría alcanzar en el sitio de Christie’s entre $200.000 y $300.000 (de ¢128,5 millones a ¢192,8 millones).
La casa fue colocada en el apartado dedicado a vender objetos que tengan alguna relación con el espacio.
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Según la descripción del sitio web de la subasta, el hueco causado en el techo por el meteorito fue de 17,7 centímetros y el impacto dañó el piso de madera prensada de la casita. El perro Roky, por dicha, salió ileso el encuentro cercano con el asteroide.
La subasta estará activa hasta el 23 de febrero y actualmente está muy lejos de la meta, dan por la perrera $1.600 (poco más de ¢1 millón).
Les cambió la vida
Rudy Valerio fue de los afortunados a los que les cayó cerca de la casa un pedacito del asteroide y logró hacer negocio.
Con la platica que recibió (no detalló cuánto) se puso un restaurante al que llamó Tilapias Rancho Meteorito.
“Fue una bendición que cayera ese meteorito aquí en San Carlos, muchas personas hicieron platica con eso. Yo pude poner mi negocio y me ha ido bastante bien, no me puedo quejar, la historia del meteorito atrae mucho. Aquí vienen muchos extranjeros y les encanta que les cuente, lo preguntan todo.
“No sabía que estaban subastando la casita del perro, era de un vecino mío de aquí, de Santa Rosa de La Palmera de San Carlos, y según tengo entendido ya él la había vendido, seguro es el nuevo dueño el que la dio para la subasta”, afirmó Rudy.
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El empresario dice que tiene muchas anécdotas para contar sobre el meteorito de Aguas Zarcas y una está relacionada con el amor.
“Aquí al restaurante llegó un joyero que estaba haciendo un anillo de compromiso que le encargó un árabe y además de diamantes quería que llevara un pedacito de meteorito, entonces le dijo que viniera a Costa Rica a buscar pedacitos del de Aguas Zarcas y lo logró”.
Espera oferta
Pero no todas las personas vendieron ya el pedacito de meteorito que obtuvieron como un regalo del cielo.
Marcia Campos aún conserva el kilo y medio de material espacial que cayó en su casa.
“Me han hecho como unas cinco ofertas, pero ninguna ha sido de mi agrado, entonces he preferido conservarlo, ahorita estoy analizando una nueva oferta, vamos a ver qué pasa con eso”.
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Luego de la caída del asteroide, Marcia se puso a estudiar el tema y ahora sabe bastante, por eso no ha querido vender el suyo, sabe que es algo muy valioso.
El fragmento principal pesa 1.071 gramos y fue analizado en la casa de Marcia, donde cayó, con ayuda de equipo especializado de la Sección de Petrografía y Geoquímica de la Escuela de Geología de la Universidad de Costa Rica.
En esa propiedad se encontraron otros fragmentos, todos sumaron 1.152 gramos.
Muchos otros fragmentos menores aparecieron en lugares cercanos, pero se desconoce cuántos eran y cuánto pesaron en total. De acuerdo con el informe de los expertos, el impacto en otras zonas hizo cráteres de hasta 14 centímetros de diámetro.
La Escuela Centroamericana de Geología de la Universidad de Costa Rica confirmó en el 2019 que es muy probable que el meteorito de Aguas Zarcas se acerque a los 4.560 millones de años de antigüedad.
Los especialistas aseguran que el meteorito que cayó en San Carlos se denomina un pétreo condrítico y está compuesto principalmente por silicio, hierro y magnesio.