El sol no solo calienta en la playa y cuando algo está caliente no se debe solo al efecto del astro rey.
En esta historia se juntan una cosa y la otra: solcito y altas temperaturas porque cuatro moteles josefinos trabajan ya al cien por ciento con la energía que producen paneles solares instalados en sus techos.
Uno de los rinconcitos preferidos de los visitantes, el jacuzzi, es ahora bien ecológico en los hoteles de paso Edén, Venus, Jardín Oriental y Maison Dorée, todos de la cadena Fantasy Rooms.
En la actualidad son algo así como las sabrosas aguas termales que tanto nos relajan.
Después de haber cumplido como los grandes, los ya descansados clientes de estos sitios podrán seguir en la mejor onda naturalista al bañarse con agüita que el sol ha calentado antes mientras ellos se divertían.
Son 500 los paneles solares, que comenzaron a instalar en enero de 2019 en el Edén las empresas Swissol y Chromagen, los que ahora le ayudan a la empresa a ahorrar platica.
Antes de echar mano de este avance tecnológico, estos hoteles de paso calentaban el agua con plantas que funcionaban con diésel. Nada más imagine el consumo de un producto que, además de contaminar, sube de precio cada nada.
Tremendo ahorro
Cuando se dé una vuelta (o dé muchas) por estos sitios, usted desentiéndase de toda la energía que consuma, esa es gratis y cuanta más, mejor. La otra, la solar, déjela en manos de la empresa.
Según nos explica Ruperto González, gerente general de Fantasy Rooms, el ahorro de energía con los paneles solares es superior a los 140.080 kilowatts al mes.
¿Eso es mucho o es poco? Vamos a un ejemplo.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) nos confirmó que, en promedio, los hogares costarricenses consumen 250 kilowatts al mes, eso significa que --además de todo lo que usted disfruta con su pareja en las habitaciones de esos cuatro moteles-- ellos también están muy felices porque cada mes ahorran lo mismo que consumen 560 hogares.
Reto Rechsteiner, presidente de la empresa Swissol, nos habló de los paneles que pusieron en los cuatro sitios: “Los 500 representan un área de 1.400 metros cuadrados. Hablamos de un ahorro mensual de 11.640 litros de diésel, dándole al país un importante aporte en cuestión de protección al medio ambiente.
“Según los datos de ahorro de los primeros meses de operación, con un tiempo de recuperación de la inversión por debajo de los cuatro años, el sistema se pagará más de cuatro veces durante su vida útil”, explicó.
En total, los moteles de la empresa Fantasy Rooms cuentan con 368 habitaciones y a los cuatro mencionados hay que agregar el Paraíso, el cual no tiene aún los paneles solares. La cadena les da bretecito a 250 personas.
González, el gerente general, nos contó que la mayoría del proyecto solar se consolidó en tiempos de pandemia a pesar de que, como todo comercio del país, sudaron tacacos con los cierres. Tuvieron un bajón de clientes del 80%.
Por estos días del 2021 ya el asunto va subiendo, sin embargo, están algo lejos de volver a los números anteriores a la pandemia.
Higiene total
Recuerde que usted puede visitar un motel para alejarse un poco de la rutina diaria, tan pesada en momentos en los que aún luchamos contra un virus tan peligroso.
Puede servirle para pegarse una escapadilla con su amorcito y pasar un buen momento romántico sin que estén los hijos en la casa. De hecho este es un punto que no pocos sexólogos o sicólogos recomiendan, o sea, buscar sitios privados, discretos y limpios donde puedan encontrar la calma que a veces no hay en la casa.
Otro de los puntos positivos es que usted no tiene que estresarse por limpiar. De hecho, este aspecto es fundamental para este tipo de negocios.
Katherine Vargas, gerente comercial de la cadena Fantasy Rooms, se refirió al aseo que pone en práctica la cadena en estos tiempos de covid-19.
“Desde el momento en el que uno de nuestros colaboradores entra a una habitación a hacer limpieza, luego de que la desocupan, lleva en la mano una botella de spray con un germicida que mata cualquier rastro de virus. Eso se esparce por todo el cuarto y ya luego las sábanas, los paños y todo eso se recoge y se envía a la lavandería.
“También se barre y se limpia el piso y se desinfectan con el germicida todas las superficies, manillas, llavines, controles de televisión, radio, apagadores, servicios sanitarios, baños, jacuzzi, ¡todo!”.
“Una vez que está listo, un supervisor hace una revisión para asegurarse de que se hizo el proceso completo y bien hecho y da el visto bueno para que la habitación quede disponible. La desinfección tarda aproximadamente media hora”, nos explicó Katherine.
Además, cuando una pareja entra al cuarto recibe un jabón y un alcohol en gel. Del resto ya se encargan ellos...