Omar Paniagua vivirá eternamente agradecido con el personal del Centro Especializado de Atención de Pacientes con covid-19 (CEACO) por haberle salvado la vida.
A este luchador se le hizo un nudo en la garganta, la semana pasada cuando le contaron que este lunes empezaría el cierre técnico del centro médico como hospital dedicado a la atención de pacientes con covid-19, para volver a realizar sus funciones como el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare).
“Es duro saber que muchas de las personas que me ayudaron y me atendieron tan bien cuando necesité de ellos se van a quedar sin trabajo. Ojalá que Dios les repare pronto otro lugar donde ganarse un salario porque toda la gente que trabajó ahí durante la pandemia es de una calidad única. Para mí el CEACO fue algo increíble y guardo grandes experiencias, pese a que mi vida peligró no me quejo de la atención que recibí ahí porque fue excelente.
“Puedo dar fe de que todo el personal siempre dio lo mejor de sí: los médicos, enfermeros, asistentes y hasta quienes limpiaban porque la desinfección es fundamental en tiempos de pandemia. Todas esas personas no solo se preocupaban porque la salud de los pacientes mejorara, ellos iban más allá con la atención porque siempre tenían una actitud amena, amable y servicial pese al cansancio que sentían por tantas horas de trabajo”, contó.
Omar es un panadero turrialbeño que se contagió del coronavirus en abril pasado. Los problemas respiratorios hicieron que los doctores del hospital William Allen lo enviaran al CEACO y ahí tuvieron que intubarlo. Estuvo sedado entre el 6 y el 17 de mayo.
Su condición de salud llegó a ser tan delicada que incluso funcionarios de centro médico llamaron a su familia para consultarles su tenía algún plan funerario listo porque don Omar podía morir en cualquier momento. No obstante, en esos rudos momentos la gran humanidad y profesionalismo de los trabajadores del centro se hicieron notar, ya que tenían mucho tacto a la hora de tocar temas tan sensibles.
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Terapia para las secuelas
El virus causó serios daños en el organismo de don Omar y por eso mantiene controles médicos estrictos, incluso será paciente frecuente del Cenare porque deberá recibir terapias ahí.
“Estoy recibiendo una terapia respiratoria virtual para recuperar los pulmones debido a los efectos del covid-19, también voy a citas presenciales; al principio eran más seguidas, pero gracias a Dios ya estoy mejor y ahora son más distanciadas. En esas revisiones me preguntan de todo sobre mi recuperación.
“El avance que he tenido es increíble, al principio iba a las citas en camilla, luego en silla de ruedas, después con bordón y ahora puedo caminar por mi propia cuenta. Cuando voy al CEACO llegan a verme doctores y enfermeras que me atendieron cuando estuve internado y se siente tan bonito saber que se acuerdan de uno y que todavía se preocupan, eso es parte de ese trato que nunca voy a olvidar”, dijo.
Este turrialbeño dice que a veces salen a relucir nuevas dolencias y por eso es importante ese control médico.
“He tenido problemas en la vista y pareciera que tienen que ver con el coronavirus, además me ha pasado, un par de veces, que tengo que soltar algo liviano que sostenga con el brazo derecho porque siento un tirón fuerte en el hombro. Además tengo un dolor en la rodilla derecha. Una doctora me dijo que esas cosas podrían ser consecuencias de haber estado tanto tiempo en cama y sedado, porque los músculos se van atrofiando, por eso la terapia es tan importante para la recuperación.
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Gran preocupación
Don Omar dice que él sabe bien el daño que puede causar el covid-19, ya que cinco meses después de haber salido del hospital, todavía no ha podido recuperar del todo su vida normal.
“Voy por ratos a la panadería y saludo a la gente con mucho cuidado, pero aún no estoy listo para retomar del todo mis funciones. Ahora que van a cerrar el CEACO me preocupa mucho qué va a pasar si llegara a haber una nueva ola porque aún hay mucha gente que no cree que la pandemia sea real y no quieren ni vacunarse.
“Todos los días le pido a Dios que pase esta situación de la pandemia y también que cuide a esas personas que durante tanto tiempo han estado cuidando a los pacientes y hasta exponiendo sus vidas para salvar a otros, a ellos los llevaré por siempre en mi corazón y en mis oraciones”.