Sofía Bolaños tenía 24 años cuando, de pura chiripa, le descubrieron que tenía cáncer de pulmón. Nunca se fumó ni un cigarro, por eso como que no entendió muy bien al principio por qué ella con un cáncer que, generalmente, le da a quienes fuman.
Recién terminando la carrera de Relaciones Internacionales, Sofía entró al quirófano para ser operada de la nariz. La operación fue un éxito, pero durante toda la cirugía pasó con presión alta y por eso los doctores le recomendaron que se hiciera exámenes.
La joven se fue a hacerse varios estudios médicos y cuando le realizaron una prueba de esfuerzo se toparon con una pelotica en el pecho y eso motivó unos rayos equis.
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La placa confirmó que tenía una masa en un pulmón y ahí sí la mandaron de emergencia al Hospital México. La internaron una semana, le hicieron una biopsia, un TAC y varios exámenes de sangre, al final el diagnóstico fue: cáncer de pulmón.
El caso de Sofía se los contamos porque, justo este domingo 17 de noviembre, es el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Pulmón, uno de los peores asesinos silenciosos.
Para agosto del 2018 arrancó con cuatro ciclos de quimioterapia de tres días seguidos y 22 descansando. En noviembre del mismo año, comenzó con 30 sesiones de radioterapia, finalizó el 29 de diciembre y ese mismo día llegó a su casa, agarró sus chunches y se fue para playa Tamarindo.
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“Usted sabe que nunca pensé en cáncer como sinónimo de muerte, eso nunca pasó por mi cabeza. No pensé que me podía morir. Sabía que se venían días fuertes y complicados, pero mi forma de ver la vida siempre ha sido positiva.
“Comencé quimioterapia en agosto del 2018 y ya para setiembre se me había caído el pelo. Creo que tomar la decisión de pasarme la rapadora fue lo más difícil, me costó mucho, fue duro. Tenía el pelo larguísimo”, recordó Sofía.
Hace dos meses y medio la sobreviviente, quien es mamá de dos lindos perros salchicha (Filomena y Ginegra), finalizó el tratamiento de inmunoterapia, el cual duró cinco años y medio. Ahora hace una vida normal: trabaja, hace ejercicios, sigue sin fumar. “El cáncer de pulmón es algo totalmente superado”, dice con tremenda alegría.
Peleando la batalla
Don Javier Pazos tiene 50 años, vive en La Garita de Alajuela, está casado y tiene un hijo. El año pasado estaba jugándose una mejenga y se golpeó. Por el dolor del golpe se fue a hacer unas placas y como no apareció ninguna fractura se sintió muy tranquilo, pero el dolor siguió.
Le metió fisioterapia al dolor, pero nada. De un pronto a otro, comenzó a sentir que se le dormía la axila derecha y llegó una gran sensibilidad en el pecho, fue ahí cuando entendió que había algo raro, algo más que las consecuencias de aquel golpe.
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Después de varios exámenes profundos pagados por su familia, le encontraron una masa en el pulmón derecho. Varios exámenes después, llegó el diagnóstico: cáncer de pulmón en estado 4 con metástasis a varias costillas.
“Soy químico de profesión y entiendo lo peligroso de estar cerca de ciertas sustancias como hidrocarburos, pero no ha sido mi caso. Jamás fumé, no cocino con leña. Hice artes marciales, jugué fútbol, hacia funcionales dos veces por semana, era una persona sana.
“Mi cáncer de pulmón fue por una mutación genéntica, y no es curable ni operable, pero sí controlable. Este tipo de cáncer es de los peores asesinos silenciosos porque cuando uno se da cuenta ya está muy avanzado; en mi caso, ya estoy en fase 4 con expectativa de vida de 1 a 3 años”, explica don Javier, quien hoy día mantiene su lucha diaria contra la enfermedad.
Detección temprana
De acuerdo con los últimos datos del Registro Nacional de Tumores, en Tiquicia cada año se descubren 408 nuevos casos de cáncer de pulmón y mueren, anualmente, 374 personas, por lo que es de gran mortalidad.
En 2022, se diagnosticaron 2,5 millones de nuevos casos en el mundo, convirtiéndose en el tipo de cáncer más diagnosticado a nivel global. Cada 13 segundos, una persona es diagnosticada con cáncer de pulmón, y las proyecciones para 2050 calculan más de 4,6 millones de nuevos casos anuales.
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El doctor Carlos Sandoval Rodríguez, director médico en Roche, recuerda que en el caso del cáncer pulmonar “la detección temprana puede marcar una diferencia; la tasa de supervivencia a cinco años puede ser del 60% cuando el cáncer es diagnosticado en etapas iniciales.
“Aunque es el cáncer más común en hombres y el segundo más común en mujeres a nivel mundial, sorprendentemente, el 36% de los diagnosticados no son fumadores, pero son afectados por factores como antecedentes familiares, exposición a carcinógenos, como el asbesto y radón, contaminación ambiental, genética, sobrepeso y falta de ejercicio”.
Algunas señales nos pueden advertir que es mejor realizarse exámenes médicos para ver si se tiene cáncer de pulmón son: tos constante de esas que duran más de un mes, flemas con sangre, dolor de pecho, ronquera que no se quita y cuando se quita vuelve pronto, falta de aire, pérdida de peso, perder el apetito, neumonía repetida o bronquitis, debilidad y cansancio.