El pequeño Samuel, uno de los siameses, tuvo que ser conectado de nuevo a un ventilador porque una crisis de moquitos le hacía difícil respirar, la decisión se tomó para ayudarle a recuperarse, pero los médicos descartaron que corra algún peligro.
“Samuel tuvo que ser colocado nuevamente en el ventilador pues tiene muchas secreciones y requiere de nuevo de ayuda para poder respirar”, expresó Olga Arguedas, directora del hospital Nacional de Niños.
El pequeño permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos mientras se estabiliza su condición.
Por su parte, su hermanito Ezequiel se mantiene estable. Este viernes tendrá una nueva operación con los cirujanos reconstructivos y luego continuará con un trabajo de fisioterapia y estimulación de su cerebro para que se recupere completamente.
Los hermanos Núñez Badilla fueron separados en una operación que duro 20 horas, entre el viernes 23 y el sábado 24 de febrero.