El uso de los vapeadores está causando cada vez más daños en la salud de quienes los usan. Si usted vapea ponga atención porque la situación es preocupante.
Según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), los más afectados con el tema son los jóvenes de entre los 15 y 29 años, ya que es una actividad que se asocia con la juventud, en especial por la presentación colorida y los diversos sabores que incluye este producto, pero, lamentablemente, cada día hay más intoxicaciones con vapeadores.
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Uno de los aspectos más preocupantes del vapeo es cómo afecta el desarrollo pulmonar y neurológico en los jóvenes.
Al pasar en constante exposición a la nicotina y a otras sustancias tóxicas que tienen los vapeadores, se han registrado casos en los que se interfiere con el desarrollo normal del cerebro y afecta áreas que controlan la atención, el aprendizaje y el estado de ánimo.
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Por si fuera poco, además, provoca irritación e inflamación de las vías respiratorias, en casos graves, puede provocar el desarrollo de la enfermedad pulmonar asociada al vapeo, conocida como EVALI.
Antoni Baena, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya, dice que la idea de que vapear es menos nocivo que fumar, es un mito.
“No existe base científica para decir que el cigarrillo electrónico es menos lesivo, por diferentes motivos. El primero es que hay muy pocos estudios específicos que valoren el daño de vapear; menos aún estudios a largo plazo, porque es un fenómeno relativamente reciente comparado con el consumo de tabaco”, explicó el experto en tabaquismo.
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“Los principales componentes del cigarrillo electrónico son la nicotina, una sustancia altamente adictiva; sustancias facilitadoras de la vaporización, como el polietilenglicol y el glicerol o el propilenglicol; aditivos alimentarios de los que se desconocen los valores seguros tras ser calentados e inhalados, lo que produce formaldehídos, acetaldehídos y acroleínas, reconocidos cancerígenos y tóxicos pulmonares; más de 15.500 saborizantes que, al descomponerse térmicamente, generan aldehídos cancerígenos, y mentol, que, además de saborizante, suprime el reflejo de la tos”, agregó el experto.
Consejos para dejar de fumar y de vapear
Con este panorama, las razones para dejar de vapear se acumulan. El profesor Baena dio ocho pasos para dejar el vicio:
1. Tener clara la motivación y el objetivo de dejarlo: mejorar la salud y evitar una adicción.
2. Fijar una fecha para empezar y tirar todo lo que se tenga para vapear.
3. Identificar los momentos, emociones y situaciones que favorecían el vapeo e, inicialmente, evitarlos hasta tenerlos controlados.
4. Buscar ayuda profesional, principalmente, o de familiares y amigos.
5. Consultar con un profesional de la salud sobre el uso de tratamientos de primera línea para el abandono del vapeo (farmacológicos y psicológicos).
6. Romper rutinas y mantenerse ocupado y distraído.
7. Hacer deporte para percatarse de las mejoras físicas que dejar de vapear aportan a la salud.
8. Felicitarse por el esfuerzo.