Esteban Cordero en el 2021 tenía 28 años y para el sorteo del Gordo Navideño se pegó ¢200 millones, los cuales usó para cumplir el gran sueño de su vida, poner su propio restaurante.
“Ahí está invertida toda la plata, por eso no me da miedo decir que me gané esos millones, no tengo un cinco en la cuenta”, explica.
Después del impacto de haberse pegado esa millonada y darse un año libre de brete, Esteban toma la decisión de aprovechar su premio para poner “Don Luis”, un restaurante de comida bien sabrosa en donde él es el chef.
Nosotros lo buscamos porque en la última semana se hizo viral un video en el cual confirma que se pegó la lotería y lo invirtió en su restaurante. La verdad, no creíamos porque mandarse así con un video es algo raro, por eso nos aclaró que no tiene miedo de decir cuánto se pegó debido a que todo está invertido y si no trabaja, no puede pagar las cuentas, justo como cualquiera de nosotros.
“Cuanto tenía 14 años me convertí en papá entonces tuve que salirme del colegio y ponerme a trabajar en lo que fuera. Como soy de (el distrito) Río Azul (en el cantón de La Unión), muy cerca quedan varias fincas cafetaleras y ese fue mi primer trabajo, cogiendo café.
“Por más que le ponía solo logré coger ocho cajuelas al día. Claro, había gente que se cogía 20 cajuelas al día, superbueno, nunca pude. Las pagaban a mil colones la cajuela. Después tuve otros trabajos, hice de todo porque me tocaba”, recordó.
Durante un tiempo se quedó sin trabajo y por esos días le apareció una oportunidad lavando platos en el restaurante El Octavo del hotel Sheraton Herradura (actual Wyndham San José Herradura) y salió buenísimo para lavar platos, entonces le sobraba tiempo y comenzaron a pedirle que pelara papas, que pelara camarones y cuando se dio cuenta estaba muy metido en la cocina y así comenzó su historia de amor con la comida.
“Yo lo único que tengo es primer grado de colegio, he aprendido a ser chef gracias a la vida y a mi esfuerzo. Aprendí con muy buenos chefs a ponerle mucho amor a la comida como principal ingrediente. Cocinar es una pasión y yo la tengo.
“Cuando me pegué la plata no me volví loco, al contrario, mantuve la calma y decidí invertirla toda comprando un terreno y poniendo el restaurante, “Don Luis” en San Isidro de Heredia. El nombre es por un familiar”, aclara.
No crean que por los millones la cosa fue fácil. Puso el restaurante y en el 2023, como no despegaba bien, hasta lo puso en venta y le llegaron muchos novios, pero ninguno se “casó” de verdad con el proyecto.
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“Por dicha no lo vendí porque ya logré hacer el punto y gracias a Dios despegó. El video que hice estos días pasados se volvió viral y me ha ayudado muchísimo. Lo principal es que la comida es muy rica. Siempre he creído que cuando uno hace algo con amor le tiene que ir bien.
“Ya avanzamos y me alegra porque me confirma que tomé la mejor decisión invirtiendo el premio en mi sueño”, asegura con orgullo.