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Señor murió esperando que lo atendiera un especialista en el hospital de Alajuela

Pese que a que buscó ayuda durante meses fue hasta la última semana que le diagnosticaron un cáncer

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Los familiares de don Reineiro Vargas Fonseca están experimentando un dolor enorme porque sienten que los últimos días vida de su ser querido pudieron haber sido mucho mejores.

El señor de 68 años pasó semanas postrado en un cama lleno de dolores, sin dormir bien y sin poder alimentarse como debía de ser, a la vista de sus cuatro hijos que desesperadamente buscaron ayuda, pero aseguran que nadie los escuchó.

Yerlin Vargas, hija de don Reinero, contó que su papá era diabético y padecía de presión alta, por lo que tenía un control médico en el ebais de San Isidro de Alajuela.

Don Reineiro Vargas pasó sus últimos días con mucho dolor y desesperación. Foto: Cortesía de Yerlin Vargas. (Cortesía de Yerlin Vargas)

“Pese a los padecimientos que tenía él siempre fue muy activo, le gustaba salir a cortar el zacate y hacía sus mandados. Era gruesito, pero en enero de este año bajó 20 kilos, se hizo exámenes de control y todo salió bien, entonces empezó a tomar productos de macrobióticas para estar saludable”, contó.

En junio don Reineiro empezó a sentir un fuerte dolor en la parte izquierda de la espalda baja, por lo que el 14 de junio sacó una cita en el ebais, ahí le mandaron a hacer unas placas a la clínica Marcial Rodríguez Conejo, donde lo atendieron al día siguiente. El 17 de junio lo volvieron a atender en el ebais pero le dijeron que las placas que le habían hecho no estaban muy claras y que parecía ser que tenía un desgaste.

Los dolores continuaron, así que don Reineiro volvió a tener cita en el ebais el 5 de julio; el 28 de julio lo volvieron atender en la clínica. El 3 y el 31 de agosto el adulto mayor volvió a acudir al ebais, pero siempre obtenía los mismo resultados, le recetaban acetaminofén con codeína para el dolor tan fuerte que tenía en la espalda y ya.

No pudo levantarse más

El 1° de setiembre el señor fue a dejar unas recetas de unos medicamentos y cuando llegó a la casa el dolor que sentía en la espalda era tan fuerte que no se pudo volver a levantar, ya no caminó más.

“Nos preocupamos de ver a papi con ese dolor tan tremendo, hasta pañal tuvo que empezar a usar porque ni al baño podía ir. Lo llevamos a un hospital privado y llevamos una placa que le habíamos pagado a hacer por privado hacía unas semanas. El médico dijo que se veía que tenía algo, pero que necesita que le hicieran una resonancia magnética, entonces nos dio una referencia para llevarla al hospital de Alajuela.

Los hijos del adulto mayor se quejan de la atención que recibió en el hospital de Alajuela. Foto: Jorge Navarro.

“El 9 de setiembre mi papá se nos puso muy mal y nos lo llevamos para el hospital de Alajuela, el señor de la ambulancia pidió una camilla porque vio que papi no era capaz de estar sentado y en el hospital no quisieran darle una, le dijeron que si podía sentarse.

“Le hicieron placas y dijeron que tenía una hernia de disco y que por eso le dolía tanto la espalda, lo refirieron a un ortopedista y nos mandaron para la casa. Al día siguiente mi hermana fue de nuevo al hospital para sacar la cita urgente con el ortopedista y le dijeron de mala gana que tenía que esperar un mes para que aprobaran esa cita de emergencia”, aseguró.

Luego de eso, el adulto mayor se deterioró mucho más, ya casi ni comía y le empezaron a salir llagas en la piel por estar siempre acostado.

“Le comprábamos inyecciones para el dolor, alimentos en polvo para que no se debilitara tanto, pero lo que urgía era que lo viera un especialista. El 15 de setiembre mi hermana fue a poner una queja al hospital San Rafael de Alajuela y a pedir que por favor adelantaran la cita con el ortopedista, pero le dijeron que no podían adelantar una cita que ni siquiera existía, que teníamos que esperar el mes de aprobación y ya después ver si nos servía o no el día que nos dieran la cita.

“La impotencia que sentíamos era demasiada, mi papá lloraba del dolor de espalda y dejó de sentir las piernas, nosotros hacíamos lo que podíamos, pero no era suficiente. Empezó a vomitar todo lo que comía, le daba diarrea y ya un día empezó a vomitar sangre, yo le dije a mis hermanos que teníamos que hacer algo porque papi se nos iba a morir en la casa”.

Un ángel

Como la experiencia en el hospital de Alajuela no fue nada buena, el 2 de octubre los hijos de don Reineiro lo llevaron al hospital México, en un principio no querían atenderlo porque no le correspondía ese hospital, pero los hijos se plantaron y tuvieron que recibirlo.

“Lo atendió un doctor que fue un ángel, se ve que sí se preocupa por los pacientes, ese día que llegó le hizo un montón de exámenes, en solo horas hizo lo que durante meses no pudieron hacer en Alajuela.

El viejito murió el 8 de octubre en el hospital México. Foto: Rafael Pacheco. (Rafael Pacheco Granados)

“Como la medianoche me llamó el médico y me dijo que mi papá estaba muy mal, que le estaban fallando todos los órganos y que lo que él tenía en la columna era un cáncer que ya había hecho metástasis.

“Yo no lo podía creer, ¿como era posible que mi papá estuviera muriendo de cáncer y ninguno de los médicos que lo atendió antes pudo darse cuenta?”, dijo Yerlin indignada.

El señor quedó internado en el hospital México y el 8 de octubre falleció.

Los hijos de don Reineiro dicen que son conscientes de que la enfermedad tan grave que su papá tenía no se podía curar, pero les duele que no haya tenido un tratamiento que lo aliviara y le diera paz en sus últimos meses.

“Nos duele el trato que le dieron a mi papá en el hospital de Alajuela y la falta de atención en el ebais y la clínica. Nos urgía una cita con un especialista y se suponía que el 10 de octubre nos decían cuando lo iba a poder atender el ortopedista y mi papá ni siquiera llegó a ese día”, dijo dolida Yerlin.

La Teja pidió desde el lunes 25 de octubre la versión de la CCSS sobre la aparente mala atención que recibió el adulto mayor en el ebais de San Isidro de Alajuela, la clínica Marcial Rodríguez Conejo y el hospital San Rafael de Alajuela, pero este viernes al mediodía aún no habíamos recibido respuesta.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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