Este 24 de marzo es Domingo de Ramos. Sacerdotes de la Iglesia católica en el mundo entero bendicen las palmas y se las entregan a cientos de miles de fieles, que se las llevan para sus casas para usarlas como un signo de protección en todo el año.
En la Gran Área Metropolitana (GAM) de Costa Rica, la mayor parte de las palmas que bendicen los padres antitos de iniciar la procesión, que recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la cortan, alistan en rollos y reparten los miembros del negocio familiar que arrancó hace muchos años gracias a un roble que ahora tiene 98 años, don Marcelo Mora Valverde.
El pasado miércoles 20 de marzo, aunque usted no lo crea, ahí estaba el señor haciendo rollitos de palma junto a familiares y otros 20 trabajadores, porque ahora son muchísimas las iglesias de la GAM que esperan puntuales sus palmas para este día que inicia la Semana Santa.
Tanto la familia del roble como los que trabajan en largas jornadas alistándola, son agricultores católicos que mantienen viva una tradición que nació hace 53 años.
Don Marcelo nació en Agua Blanca de Acosta, comenzó en este noble trabajo para ayudarle a un amigo, Eugenio Chinchilla, quien una vez le pidió el favor de buscarle palmas de las que se bendicen en Semana Santa para adornar el altar de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Goicoechea.
Creció el favor
Una vez don Eugenio le metió el gusanillo de la colaboración a la iglesia, don Marcelo se puso manos a la obra y comenzó a buscar palma real, que es de donde sacan las hojas que se bendicen cada Domingo de Ramos y que son tan buscadas por los católicos.
Durante esta celebración se representa y celebra la entrada de Jesús a Jerusalén. En el Evangelio de Mateo se explica que la gente alfombró el camino por el que pasaría Cristo y gritaba: “Bendito el que viene como rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto”.
El protagonista de esta historia se decidió por hacer el favor y se fue a buscar las palmas reales, pero que estuvieran bien amarillitas, fresquitas y largas. Para su suerte, según nos cuenta, encontró tamaño poco, las alistó y se las llevó a don Eugenio. Aquella primera vez, hace 53 años, fueron solamente 10 rollitos con 150 hojas cada uno.
“Gracias a un favor comenzamos con esta linda responsabilidad de entregar la palma en las iglesias. De rollitos pasamos a 20, 30, 40 y más, de una iglesia pasamos a dos, cinco, diez, en fin, cada año me pedían más y más. Al día de hoy estos agricultores acosteños entregan palma en más de 400 iglesias.
“Me hace muy feliz cumplirle a las iglesias y también me pone muy alegre que le podemos dar trabajo a agricultores de la comunidad. Empecé solo y ahora se ocupan varios familiares y otras personas, eso es bueno para la comunidad”, nos dice con orgullo y alegría.
La palma que la mayoría de católicos de la GAM recibirán este domingo es de Boca Limón, entre San Vito y Paso Real, en el cantón de Coto Brus. Estos agricultores acosteños comenzaron a cortarla el pasado viernes 15 de marzo, pero se alistan desde días antes. Son días de un intenso trabajo que está lleno de fe y devoción porque todos los que colaboran son católicos.
Don Marcelo, cuando no es Semana Santa, trabaja en el tramito de frutas y verduras que tiene en Concepción de Tres Ríos. Ahí se vende lo produce en su terrenito en Agua Blanca. Hoy día sus hijos son los que tienen la mayor responsabilidad. El terrenito da jocotes, aguacates, naranjas, mandarinas, entre otras frutas. Durante los días santos los esfuerzos se dedican a la palma.
Dios ayudó
Uno de los hijos de don Marcelo, Carlos Mora, quien tiene 56 años, nos explica que esos 10 días de intenso trabajo en verdad que son bien fuertes, pero que todos sacan la tarea gracias a la gran fe que tienen.
“Usted sabe una cosa, este año estábamos demasiado preocupados por el calor. El primer día que fuimos a cortar estuvo insoportable, pero había brisa. Dios en verdad que nos ayudó los siguientes y el sol fue tapado con nubes, eso nos ayudó demasiado… solo Dios hace esas cosas.
“Estuve en Boca Limón en febrero viendo los lugares donde cortaríamos, era algo increíble tan solo caminar porque sentía que me ahogaba del calor. Cuando me informé sobre las temperaturas entendí que la corta sería bien difícil, pero Dios nos tendió la mano, tanto así que los viajes fueron sin presas y a pesar de ser una zona de muchas culebras, no vimos ni una”, explica don Carlos.
50 mil kilos de fe
Para este 2024 los agricultores acosteños cortaron unos 500 quintales de palma, eso son unos 50 mil kilos. Exactamente hace una semana, el domingo 17 de marzo, cargaron un camión de 10 llantas hasta el alma.
La descargada del camión y otro carro grande de carga terminó, en Agua Blanca de Acosta, el lunes pasado por la noche y al otro día arrancaron a hacer los rollitos.
Los familiares y los mismos 20 muchachos que la cortaron en Coto Brus se dividen en grupos: unos van sacando las hojas, otros separan las hojas por tamaños y las limpian, algunos más hacen los rollitos con 150 hojas cada uno y otros se encargan de la repartición, la cual inició el pasado martes 19 de marzo y los últimos rollitos se entregaron el sábado 23 de marzo.
“Este año se entregará palma de los agricultores acosteños en casi todo San José, Cartago, Heredia, Turrialba, Pavones (Golfito), La Suiza y Grano de Oro (Turrialba), Ciudad Quesada, Monterrey (San Carlos), Limón, Palmares, todo Alajuela, toda la zona de los Santos y Aserrí.
“En el 2021 no hubo procesiones. El 2022 y el 2023 fueron años muy difíciles económicamente para las iglesias. Este 2024 ya sí volvió a la normalidad los pedidos e incluso aumentaron. Nos ayuda mucho el traslado de parroquias de los padres porque si mandan a un lugar a uno que me compraba palma y en esa zona no me compraban, pues entonces comenzamos a entregar a ese nuevo lugar gracias al padre que nos contacta”, reconoció el hijo de don Marcelo.
En este 2024 entregarán palma a más de 600 iglesias en casi todo el país, ya sea en la parroquia de la comunidad o en las vicarías. Alajuela, Cartago y Heredia piden entre 400 y 500 sacos cargados de rollitos. San José es la provincia más fuerte que ellos atienden, entregan como 1.600 sacos.