La nueva modalidad de estafa que simula secuestros virtuales se está convirtiendo en un nuevo dolor de cabeza para la policía y viene a agravar aún más la crisis de violencia que vive el país.
Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), aprovechó la terrible experiencia que vivió el domingo pasado el diputado Luis Diego Vargas, del Partido Liberal Progresista, para explicar a fondo esta nueva forma de operar de los delincuentes.
Al legislador lo llamaron para decirle que tenían secuestrado a un primo y vivió cuatro horas de terror. Al allegado de Vargas lo citaron en una propiedad en Guanacaste para hacer un negocio y una vez ahí le avisaron que había cruzado dos anillos de seguridad de una banda narco y que no se podía mover, que para salir de ahí tenía que pagar una millonada o dar su vida.
El diputado fue quien mantuvo comunicación con el secuestrador y también con el OIJ para que le indicaran qué hacer, al final, gracias a la ayuda de la Policía Judicial, determinaron que se trataba de un secuestro virtual, es decir, que los maleantes no estaban cerca de la víctima, sino que todo se estaba llevando a cabo por medio de aplicaciones tecnológicas, por lo que el primo del político pudo escapar sano y salvo.
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El director del OIJ dijo que este tipo de estafas empezaron a darse en el país desde el jueves de la semana pasada y han ido en aumento, incluso, ya hay cuatro denuncias y se sabe de personas que han caído en el engaño y le han pagado a los bichos.
Mañosos y violentos
Zúñiga explicó que por lo que han visto, la estafa la comete un grupo de crimen organizado, incluso creen que hay involucradas personas de otros países, al menos mexicanos, ya que quienes hacen las llamadas tienen ese acento.
En cuanto al perfil de las víctimas que buscan, se trata de profesionales, hombres y mujeres, y la trampa es ofrecerle algún tipo de negocio. Una vez que los llevan al lugar donde los “secuestran” de forma virtual, empiezan a contactar a familiares para pedirles plata.
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“Lo hacen con bastante amedrentamiento, a los familiares les dicen: ‘si no quiere pagar, entonces va a pagar por el funeral de su esposo, de su hijo, de su madre’, lo que sea, meten una presión bastante importante en la psiquis de las personas que los obliga, de alguna forma, a sentirse culpables si le pasa algo al familiar”, explicó el jerarca.
Zúñiga dijo que ante este panorama, lo más recomendable es no contestar llamadas de números internacionales que no se tengan registrados, ya que estos mañosos usan direcciones IP de otros países para cubrir sus huellas.