Don Eloy Castro Pérez tiene 79 años y le pareció supercómodo que le pusieran un puesto de vacunación contra el covid-19 muy cerquita de su casa, por eso decidió irse a poner la primera dosis, cuando por su edad más bien debería estar esperando la tercera punzada.
Don Eloy era uno de las 804.331 personas que tanto andan buscando la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el ministerio de Salud, para vacunarlos, pues se le han capeado al pinchazo durante varios meses.
A este vecino de barrio Don Bosco, nacido el 27 de enero de 1942 en Zarcero, lo encontramos este domingo a eso de las 9:40 a. m., en el vacunatorio que puso la clínica Moreno Cañas en el mercado Mayoreo (avenida 10 de San José), por eso le pedimos permiso para acompañarlo y conocer los motivos por los cuales no se había vacunado.
La enfermera Sundry Sandí no dejó que don Eloy hiciera un minuto de fila, porque al verlo le preguntó de inmediato si llegaba a aplicarse la segunda dosis, pero cuando él dijo que era la primera, la enfermera lo mandó a la clínica Moreno Cañas porque ahí solo ponían segundas dosis.
Don Eloy se quedó como pensando si se pegaba la caminada, de unos 800 metros, hasta la Moreno Cañas y fue en ese momento en el que lo saludamos y le preguntamos si nos dejaba acompañarlo. Eran ya las 9:50 de la mañana.
Nos dijo: “vamos caminando que hoy me vacuno sea como sea”.
Cuando llegamos a la clínica, lo primero que hizo fue lavarse las manos y después los guardas lo mandaron directamente donde doña Zelmira Chinchilla, la enfermera que estaba a cargo de la vacunación. Eran las 10:15 de la mañana.
Doña Zelmira le pidió la cédula y por la edad lo pasó de primerito a pesar de que había seis personas adelante, pero todos entendieron que él tenía prioridad.
Don Eloy fue recibido por la enfermera Angie Fernández Herrera, quien lo trató superamable y en un dos por tres le metió el pinchazo.
“¿Ya me vacunó?”, preguntó don Eloy, quien dejó claro que no había sentido nada. Eran las 10:18 de la mañana.
La enfermera Francella Hernández Agüero y el encargado de registros médicos, Jeffrey Figueres, le entregaron la tarjeta de vacunas con la confirmación de la primera dosis y le explicaron que la segunda dosis se la debe poner el próximo 7 de noviembre.
–¿Qué edad tiene don Eloy?
Tengo 79 años y estoy como un carajillo de 15 años porque hago ejercicio todas las madrugadas, además, me alimento muy bien.
–¿Por qué no se había vacunado antes?
No sentí que necesitara la vacuna. Estoy pura vida de salud. Corro todas las mañanas y me he sentido muy bien.
–Pero, ¿no le preocupó enfermarse y terminar en una UCI?
Como le digo, mi salud ha estado muy bien, así que no consideré que necesitara la vacuna.
–¿Es de los que no cree en las vacunas?
Sí creo, pero paso muy ocupado y por eso no le dediqué tiempo a este tema.
–¿Se dio cuenta que la Caja y el ministerio de Salud andan buscando a los que no se han vacunado?
Sí. Creo que por eso voy a vacunarme. Uno ve los anuncios, los llamados y poco a poco van causando su efecto. Al principio no quería vacunarme, pero no porque no creyera, sino porque me siento bien de salud, pero conforme avanzó el tiempo entendí que tenía que vacunarme.
–¿Qué lo motivó a decidirse?
Que me pusieron el lugar de vacunas a la pura par de la casa. Ya tan cerca no podía negarme.
–¿Qué les dice a esos 800 mil que todavía no se vacunan?
Es importante vacunarse, por más sano que uno se sienta, toda prevención es buena…
Según el último corte del Sistema Integrado de Vacunación (SIVA), lunes 4 de octubre, se han aplicado 5.760.293 dosis de las vacunas contra el covid-19 desde el 23 de diciembre del año pasado.
Según explicó el doctor Mario Ruiz Cubillo, gerente médico de la Caja, del total de dosis aplicadas 3.470.013 corresponden a primeras dosis, mientras que 2.290.280 son segundas dosis:. Del total de dosis, la semana anterior se registró la aplicación de 163.798 dosis.
En el grupo de personas de 58 años y más se han aplicado 1.513.860 dosis. De estas 766.224 corresponden a primeras dosis y 747.636 a segundas dosis.