Se dice que... Hay una versión muy particular de “Betty la fea” en Paraíso de Cartago, que llama la atención de propios y extraños.
Al verla, usted le encontrará un cierto parecido con Beatriz Aurora Pinzón Solano, pero no es porque sea chueca, ni porque parezca un dinosaurio, sino más bien porque es tan única y modesta, como la famosa secretaria de Ecomoda.
En este cantón brumoso, Betty reencarnó en una bicicleta muy original, cuyo dueño es don Dagoberto Solano, conocido como Dagonancho, quien rescató a esta bici del abandono hace 30 años.
LEA MÁS: ¡Miska, Muska, la cafetería de Mickey Mouse llegó a Costa Rica!
Si usted pregunta en Paraíso por Dagoberto Solano, difícilmente alguien le hable de él, pero si busca a Dagonancho todo el mundo lo identifica y más por el medio que tiene para transportarse.
Solano, quien en la actualidad es pensionado, recordó que la bici era propiedad de un vecino, llamado Juancito Castro, quien falleció y le dejó este vehículo a su yerno.
“Yo iba a chapearle a don Juancito en una caballeriza y la veía ahí, abandonada y le pregunté a su yerno por qué no me la vendía para ponerme a vender frutas y verduras en la calle.
“La bici estaba desinflada, sin frenos, echa leña. Me puse a negociar un precio y acordamos que me la daban por los trabajos que estaba haciendo en esa propiedad. Al tonto ni Dios lo quiere y acepté el trato”, contó.
Al taller de una
Apenas Dagonancho se adueñó de la bici se la llevó al taller de un amigo y él le recomendó que le dieran una apariencia distinta.
“Me sugirió ponerle dos asientos, una pata de gallo adelante, el parabrisas y se le puso una canasta atrás, porque la iba a usar como una herramienta de trabajo. Además, tiene un techo, que se mantiene hasta el día de hoy.
“Me gustó el toque que le dio, porque me sería muy funcional para lo que en ese entonces necesitaba y ahí luego comencé a ponerle los distintos elementos que tiene al día de hoy”, aseguró.
LEA MÁS: Una persona creó cuadernos para zurdos para evitar los dolores de cabeza al escribir
Si usted ve a Betty la fea notará que tiene placas de vehículos de Estados Unidos, que se las regaló una amiga que vivía en Gringolandia y se las mandó hasta Tiquicia. Además, posee calaveras, sombreros, unos monstruos, catrinas, cornetas, unos fantasmas, unas manos y hasta luces.
Pero eso no es todo, además posee un prendedor alusivo al Club Sport Herediano, pues este señor, de 69 años, es aficionado al Team; también anda una bandera de Costa Rica y un rótulo que se encontró en un basurero que dice “Ayudemos con la limpieza de Paraíso”.
En la bici hay culebras, un rótulo de taxi y por supuesto, dos fotos de Betty, antes de que se fuera para Cartagena y comenzara su transformación física.
Pero, ¿cómo fue que a esta bicicleta la bautizaron como “Betty la fea”?.
Dagoberto contó que fue una amiga quien le puso el nombre de uno de los personajes más emblemáticos de la televisión latinoamericana, cuando la novela se transmitió por primera vez en el país, en 1999.
“Un día fui a hacerle el jardín a una amiga, llamada Alejandra y que vive como a un kilómetro de mi casa. Llegué como a las ocho de la mañana y me dice ‘qué bicicleta más tuanis’. Ella tenía una foto de Betty y me dijo ‘ponele Betty la fea’ y me gustó, porque no me pasaba por la mente ponerle algún nombre”, afirmó.
Don Dagoberto comentó que cuando el elenco de la novela vino para hacer una obra de teatro lo buscaron, para visitarlo, pero al final no se concretó el encuentro.
“Por muchos años le saqué provecho para trabajar. Luego logré entrar a trabajar a la Municipalidad de Paraíso, en donde estuve en reciclaje, limpiando vías y desde hace tres meses estoy pensionado. Ya voy para los 70 años, ya uno no da lo que tiene que dar y tenía las cuotas, por lo que ahora la paso bien en mi casa con dos de mis hermanos, Gerardo (lo llaman Chiqui) y Carlos (conocido como Grifo)”, expresó.
Por todo lado
Con “Betty la fea”, Dagoberto iba y venía a Desamparados y más de una vez anduvo por Dulce Nombre de Cartago, pero por la edad ya no se arriesga a hacer esos trayectos tan largos.
“Ahora lo que hago es ir al centro de Paraíso, me doy una vuelta al parque y le toco las cornetas, a los chiquillos les encanta, porque es muy llamativa.
LEA MÁS: Joven dejó atrás su carrera de ingeniera para hacer verdaderas “joyas” con café
“Un dia la llevé a Orosi y a la modelo Marcela Negrini le encantó. A veces hay carreras de ciclismo y siempre la llevo, porque trato de cuidarla mucho. Hay gente que me sugiere que le ponga un motor a la bici, pero eso es matarle la originalidad y mientras pueda le doy pedal con las paticas”, dijo entre risas.