EscucharDon Guillermo Brenes es un tico pulseador que tiene una empresita de repuestos de carros, justo abajo del recién inaugurado puente sobre el río Virilla, en la ruta 32. Él celebra que la obra le dejó tremendos beneficios tanto personales, como para su empresa y trabajadores.
A esta “vieja” estructura conocida toda la vida como puente Saprissa, le hicieron tremendos refuerzos para que sea seguro para los más de 36 mil vehículos diarios que transitan por ahí, y le habilitaron tres carriles con sentido hacia San José y dos con sentido a Limón.
Pero además de estas obras, que fueron financiadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con más de $18.6 millones, también se hicieron otras complementarias que marcan un antes y un después para don Guillermo, su familia, vecinos y trabajadores.
Nos comenta el emprendedor que desde 1992 llegó al barrio El Socorro de Tibás, abajito del puente morado y siempre cerquita de la Cueva de su amado Monstruo, con su negocito que se llama “Técnicas de filtrado S.A.”, el cual ha podido sacar adelante a pesar de varios problemas que para su dicha ya acabaron con la nueva obra.
“Estoy demasiado contento porque antes de todos los trabajos en el puente, mejor dicho en los puentes porque son dos en óptimas condiciones, en la zona de la empresita no había aceras, iluminación, teníamos la situación de varios precarios.
“Ahora todo es diferente. Los trabajadores están muy seguros porque tienen su acera la cual cumple con la Ley 7.600 en el tema de las personas no videntes, la iluminación es abundante y con las mallas que se ubicaron se retiró todo precario”, comenta el morado.
“Las presas se acabaron también. Al habilitar el puente ahora sí el tránsito es muy fluido. Con el puente se dejó en perfectas condiciones los accesos por Tibás y viniendo desde el cruce de La República, por ejemplo. Todo cambió y eso alegra demasiado”, asegura don Guillermo.
No se olvida el moradazo del tiempo en que se estaban dando las obras y todos en su negocio fueron muy bien tratados, siempre les tenían el acceso libre y ayudaban cuando los furgones llegaban al negocio, por eso no tuvo problemas.
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“Los trabajos quedaron muy buenos, los sectores que se inundaban antes ya desaparecieron, las zonas que eran un embudo para los carros, ya están habilitadas. Las filas largas de carro se acabarán, estoy seguro, y eso le ayudará a muchos emprendedores como yo. No tengo un gran negocio, pero trabajamos muy bien, por eso ocupábamos ya que estas obras finalizaran tan bien como lo han hecho”, explica.
Rehabilitación y ampliación
Se le ha pegado un buen empujón al desarrollo del país con la rehabilitación y ampliación del antiguo puente sobre el río Virilla en la ruta 32, oficialmente nombrado Ricardo Saprissa Aymá. No podemos olvidar que el “Sapripuente” está en un ruta a uno de nuestros principales puertos: Limón, principal punto de importaciones y exportaciones del país.
El puente es de 285 metros de largo, y se le metió mano bien duro para garantizar el cumplimiento de normativas de resistencia a sismos, aumento de la vida útil y reparación todo tipo de defectos que fueron apareciendo.
Durante un evento simbólico en el que el presidente Rodrigo Chaves dio el banderazo de salida para empezar a transitar por el puente, participó la presidenta ejecutiva del BCIE, la tica Gisela Sánchez, que comentó: “Esta obra es clave para el desarrollo de nuestro país, al igual que muchas otras de infraestructura vial apoyadas por el BCIE, tanto porque mejora la calidad de vida de los cientos de conductores diariamente, como su seguridad y la de las comunidades cercanas, además de impulsar la competitividad de Costa Rica”.
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Esta obra se le suma al nuevo puente que está al lado y que fue abierto en 2020, también con el apoyo financiero del BCIE. Ambos forman parte de un gran programa de crédito por US$430.5 millones financiado por esa institución.
