Yorleny Chacón Gómez está a cinco meses de lograr tres títulos universitarios y, lógicamente, está muy feliz, porque solo ella sabe lo que le costó llegar a esta linda etapa de su vida.
Antes de este éxito universitario, ella pasó 5 años intentando aprobar, sin éxito, el examen de matemáticas para ganar el bachillerato.
En esos cinco años, esta vecina de Pital de San Carlos, hizo 17 veces el examen de mate y pese a que no lograba el 70 de rigor, nunca se dejó vencer por el fracaso.
Claro que hubo ocasiones en que se dijo: “ya no más, nunca voy a ser bachiller”, pero le pidió mucho a Dios y a la Virgencita de Los Ángeles para salir de ese bache.
Entró al Colegio Técnico Profesional de Pital en el 1996. Lo normal era que se graduara de quinto año con su generación en el 2001, pero mate le hizo tamaño montón de zancadillas.
“Toda la vida me costó matemáticas, desde tercer grado de la escuela. Fue el monstruo que siempre me ganaba. Todo me costaba, todo, trigonometría, logaritmos... Solo en álgebra salía bien. Después de ahí, todo mal.
“Hice bachillerato en el 2000 y perdí mate, por eso entré a sexto año del CTP de Pital arrastrando esa deuda”, reconoció doña Yorleny, quien tiene 39 años, está casada con Geiner García y tiene dos hijos.
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La pitaleña acepta que ver a sus compañeros graduarse y entrar a la universidad, mientras ella seguía pegada, siempre fue un duro golpe, pero nunca aflojó.
“Siempre fui a hacer el examen positiva, yo decía: ‘en algún momento lo gano, aunque sea por insistencia me lo dan. Tal vez algún día ven mi nombre y número de cédula y me lo dan aprobado por majadera’. Nunca perdí las esperanzas”.
“Tuvieron que ser más de 17 veces, lo que pasa es que a algunas convocatorias no fui. Después del colegio, al ser la mayor de seis hermanas, me tocó rapidito ponerme a trabajar y así encontré un puesto en el Banco de Costa Rica de Pital y La Fortuna. Ya trabajando todo se complicó más, sobre todo para estudiar”, recordó.
Cuando pasó de las 10 veces presentando el examen, sí sintió feo estar estancada.
Lo probó todo. Al inicio sus papás le pagaron clases, después fue a un instituto, probó estudiar sola, hubo gente que le ayudó y algunas veces se fue a intentarlo en blanco, sin estudiar nada.
Para el intento número 17 ya ni se interesó por el resultado, sentía que se había quedado otra vez, por eso le dijo al esposo que fuera por la nota y cuando la llamó diciéndole que lo había ganado, no le creyó.
Pocos días después hizo todas las vueltas para recibir el título de bachiller y al recibirlo, lo echó en una gaveta.
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“Durante cinco años no aproveché el bachillerato que tanto me costó. Veía como excompañeros estudiaban en la universidad y yo no. La gota que derramó el vaso fue en el 2020 cuando me gané una beca del INCAE del programa Mujer Emprende, fui seleccionada entre 40 mujeres de Centroamérica y no pude aprovechar nada, porque no tenía título universitario, eso me llenó de coraje conmigo misma y me propuse estudiar más”.
Se matriculó en la Universidad de San José, en la sede de Aguas Zarcas, en Administración de Empresas con énfasis en Banca y Finanzas, título de bachiller universitaria que le llegará el próximo mes.
Cuatro meses después terminará el bachillerato universitario en Mercadeo y el de Gerencia General.
“Recuerdo que cuando perdía y perdía el examen de matemáticas de bachillerato sentía que jamás iba a entrar a la universidad. Ahora estoy a pocos meses de lograr tres títulos universitarios. Si alguien está igual que yo, pegada en matemáticas, le digo que no afloje, que no pierda las fuerzas, hay que insistir e insistir, siempre positivo”, recomendó.
Sin medio al error
Roxana Martínez Rodríguez, asesora de matemáticas en secundaria, nos habló sobre ese monstruo de las matemáticas que tanto asusta a los estudiantes.
“Matemáticas no es que sea difícil o que sea para genios, es una materia que necesita esfuerzo y perseverancia, como muchas otras cosas en la vida. Por ejemplo, si queremos aprender a nadar, debemos esforzarnos y dedicar mucho tiempo para aprender y demostrar que se aprendió a nadar”.
“En matemáticas no hay que tenerle miedo al error, debemos permitir equivocarnos como en cualquier cosa de la vida. Eso sí, aprender del error para así retomar el camino correcto. Es natural el error. En matemáticas es importante que lo que se aprende hoy, se ocupa mañana. No se deben dejar dudas para el final, no hay que tener miedo a preguntar. Hay que tener la valentía, la seguridad de preguntar. No hay preguntas tontas”, dice la educadora.
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Javier Trejos Zelaya, director de la Escuela de Matemática de la Universidad de Costa Rica, agregó: “En la escuela los maestros dan todas las materias: estudios sociales, matemáticas, ciencias, no están especializados y muchas veces no han renovado sus conceptos en matemáticas y si tienen algún bloqueo matemático, es posible que se lo trasmitan a los estudiantes”.