Los sacerdotes de la iglesia católica se enfrentaron a los diputados este jueves para defender algo que para ellos es sagrado y está en juego en un proyecto de ley.
Los curas Ricardo Cerdas y Mauricio Granados, llegaron a la Asamblea Legislativa en representación de la Conferencia Episcopal para defender el derecho de confesión.
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El Partido Frente Amplio presentó un proyecto de ley que plantea modificar los artículos 206 y 281 del Código Procesal Penal para eliminar los privilegios de impunidad protegidos en el “secreto de confesión” del que gozan los sacerdotes, mientras que otros funcionarios como médicos y abogados cubiertos por el “secreto” solo disfrutan de una protección relativa del llamado “secreto profesional” o “secreto de Estado” respectivamente, con lo que se propone igualar ambas condiciones.
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Los religiosos se oponen rotundamente al proyecto de ley porque ellos dicen que el secreto de confesión no se puede romper ante ninguna circunstancia.
Los sacerdotes dijeron que la iglesia católica tiene siete sacramentos, entre ellos el de la Confesión y que estos son de institución divina, es decir, creados por el mismo Jesucristo.
También explicaron que el romper el secreto de confesión tiene consecuencias muy severas para ellos.
“En el mismo momento en que yo como presbítero revele una información que haya sido sabida por mí en el ámbito de la confesión, quedo excomulgado de la gracia de Dios y queda en juego mi salvación eterna", explicó el cura Ricardo Cerdas.
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Hicieron una promesa a Dios
La diputada Cinthya Córdoba, del Partido Liberal Progresista, preguntó a los religiosos por qué se oponen a romper el secreto de confesión, incluso si la persona que reveló los datos lo autoriza y ellos fueron muy claros al respecto.
“No se puede romper la promesa porque se la hice a Dios. El penitente no está en la capacidad de darme ese permiso porque no está sujeto a él como persona, sino a Dios”, aseguró Cerdas.
La diputada Andrea Álvarez, de Liberación Nacional, defendió el proyecto de ley.
“Esto no es contra el secreto de confesión, el cual respeto muchísimo, pero para mí no está por encima el secreto de confesión que proteger a las personas vulnerables o con alguna discapacidad", manifestó la legisladora.
Álvarez dijo que para ella es insuficiente que los curas le recomienden a la gente denunciar lo que les dicen cuando se confiesan, la ley debe ir más allá y convertir la denuncia en una obligación.
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No van a romper el derecho de confesión y punto
El padre Ricardo Cerdas fue claro en que, en caso de que llegue a aprobarse el proyecto de ley, ellos seguirían firmes en no romper el secreto de confesión. Aseguró que no estarían dispuestos a acatar la ley en ese sentido, aunque eso signifique que puedan llegar a tener consecuencias legales, para ellos está por encima el deber del sigilo que cualquier otra cosa.
Ante estas declaraciones, la diputada socialcristiana Daniela Rojas les dijo a los sacerdotes que no hay mejor manera de honrar a Dios que protegiendo a los más vulnerables y denunciando las injusticias que viven muchos menores.
“Como católica me cuesta mucho entender la posición de dos representantes de la iglesia a la que pertenezco, de estar en contra de este proyecto de ley", dijo Rojas.
El diputado liberacionista, Luis Fernando Mendoza, dijo que el proyecto de ley no tiene sentido al pedir que los curas denuncien a quienes cometan actos sexuales y lo confiesen, ya que los religiosos no piden el nombre a quienes les dicen los pecados y en la mayoría de casos ni conocen a los fieles.