El cura párroco Manuel Antonio Guevara Fonseca, quien estaba hasta el sábado anterior en la parroquia de Santo Domingo de Heredia, fue denunciado por comportamientos inadecuados con una persona menor de edad.

Así lo confirma la Arquidiócesis de San José mediante un comunicado donde informa que el sacerdote fue removido de sus funciones parroquiales como medida cautelar por la denuncia canónica en su contra.

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Además, manifiesta de manera firme y contundente su compromiso de investigar la verdad ante cualquier denuncia.

Quisimos aclarar exactamente de qué se trataba eso de “comportamiento inapropiado con una persona menor de edad” y el abogado Efrén Rivera nos explicó que jurídicamente no hay ningún delito o contravención que se denomine de esa forma.

“Recordemos que en materia canónica rigen otros principios que pueden contemplar aspectos morales o penales y que lo moral no necesariamente tiene un contenido penal. Es decir, que no se pueden juzgar las intensiones en un tribunal, sin embargo, en un ámbito como la iglesia éstas sí pueden ser sancionadas”, explicó el abogado.

Rivera explicó también que un comportamiento inapropiado podría ir desde un piropo en un tono inadecuado, una mirada indiscreta o tocamiento y esas conductas podrían ser sancionadas penalmente, en algunos casos.

Iglesia golpeada

Sin duda, este no ha sido el mejor año para la iglesia católica que se ha visto envuelta en gran cantidad de escándalos por abusos sexuales en todo el mundo.

Solo en Costa Rica, desde setiembre anterior se enfrentan a nueve denuncias contra el sacerdote Mauricio Víquez Lizano, quien está en fuga desde el 7 de enero anterior cuando salió del país y no ha regresado. Víquez fue expulsado el lunes de la iglesia católica tras resolución del Vaticano.

Igualmente, la semana anterior se hizo pública la denuncia canónica contra el sacerdote Hernán Castillo Huertas, por presunta violación en contra de Arnoldo Villalta y otra víctima de apellido Salas, que aún está en proceso de investigación, pese a que ocurrieron en 1983.

Todos estos hechos se suman al llamado hecho por el papa Francisco en la recién concluida cumbre sobre abusos sexuales.

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La parroquia Santo Domingo de Guzmán, en Heredia, compartió un mensaje en el “feis” de la iglesia el sábado anterior explicando que la abrupta partida del sacerdote se debía a la necesidad de atender responsabilidades personales.

Toman fuerza

Tanto el papa Francisco como otras víctimas han hecho un llamado para que los afectados por abusos sexuales pierdan el miedo y denuncien, a fin de proteger a los niños y adolescentes que día con día conviven en una situación de riesgo.

La psicóloga Eugenia Chacón explicó por qué una denuncia motiva otras y aclaró otros mitos alrededor del abuso sexual, como cuando se cuestiona a la víctima “por lo que hizo para que la abusaran”, o el conflicto interno que vive antes de alzar su voz.

“Hay muchos prejuicios que hacen que sientan temor de denunciar, pero muchas otras se envalentonan porque se sienten respaldadas. Por eso el #Metoo tiene esa connotación, que no está sola, que hay otras lidiando con la misma situación y ese empoderamiento lleva a que otras se animen, ya sea que el abuso haya ocurrido hace diez años o hace una semana”, explicó Chacón.

Agregó que puede motivarlas la empatía, el enojo porque se sigan repitiendo ese tipo de situaciones y digan no más, no quiero que otras personas vivan lo que han vivido.

No es suficiente que una se anime para que les sigan los pasos, pues muchas que pueden agarrar valor para hacerlo, se echan para atrás al escuchar un comentario negativo a la denunciante, de alguien cercano.

Escuche a los niños

Muchas de las denuncias contra los sacerdotes se cometieron contra menores de edad, por lo que es importante que los padres de familia presten atención a las señales y le crean a sus hijos cuando les cuenten que están siendo abusados.

• Si el niño le cuenta directamente lo que pasa, créale y felicítelo por la valentía porque muchos son amenazados con que le harán daño a un ser querido para callarlos.
• Si muestra conductas sexualizadas que no son acordes con su edad, o si ve que empieza a aislarse, está más irritable o tiene un bajonazo en las notas, pele el ojo y busque ayuda con un psicólogo, un psiquiatra o el mismo pediatra.
• Respáldelo poniendo la denuncia, pues el niño no puede hacerlo solo, requiere que el adulto asuma esa responsabilidad.