Desde hace unos dos años para acá, sacar cita en la clínica de Pavones de Turrialba es un verdadero calvario, así lo describen los asegurados que deben madrugar un montón de veces para perseguir un campo.
Rónald Núñez Arrieta vive en Tres Equis de Turrialba y le toca ir a esa clínica, pero dice que cada vez que va es un martirio y termina perdiendo la paciencia.
“Conseguir una cita cuesta demasiado, yo tengo que salir de Tres Equis a las 2:00 de la madrugada para llegar a hacer fila y como a esa hora no hay ni bus, tengo que pagar para que me lleven.
“Me ha pasado un montón de veces que me pego la madrugada y llego antes de las 3:00 de la mañana y me quedo sin campo, porque lo máximo que sacan con 10 fichas”, relató molesto.
Núñez dice que también se ha dado cuenta de que, al parecer, a personas allegadas a la secretaria de la clínica o al doctor que atiende, no les cuesta conseguir campo porque llaman el día anterior y apartan un espacio, algo que le parece muy injusto.
“Se supone que dan 10 fichas por día pero cuando uno llega dan menos, porque pareciera que algunas están apartadas, entonces es más difícil todavía sacar una cita”, manifestó.
Mala experiencia
La última mala experiencia que Rónald vivió en la clínica fue este martes 8 de noviembre, cuando tuvo un subonazo de presión.
“Como ya sé lo que cuesta que lo atiendan a uno en la clínica, me fui directamente para el hospital William Allen, de Turrialba y me dijeron que mi caso no era una emergencia, que tenían que atenderme en la clínica de Pavones así que me fui para ahí.
“Cuando llegué, salió el doctor y me dijo que no me podía atender y yo le dije que porqué no si del hospital me habían mandado para ahí, pero él dijo que no me iba a atender y punto. Yo me sentía mal y tenía miedo de que me pasara algo, así que le dije que si me llegaba a pasar algo era culpa de él por no atenderme y me dijo que no lo amenazara. Yo le dije que no era ninguna amenaza, simplemente que él no estaba cumpliendo con su trabajo porque no me quería atender y se dio media vuelta y me dejó hablando solo, al final tuve que volver a irme para Turrialba y pagar un médico privado porque realmente me sentía mal”, relató.
Este viernes 11 de noviembre Rónald volvió a madrugar, porque necesita un control para un desgaste que tiene en la rodilla y le causa problemas en su vida cotidiana y de puro milagro logró conseguir cita.
“Me atendieron y me dieron otra cita para dentro de dos meses para ver cómo sigo”.
“Me preocupa esta situación porque uno paga el seguro todos los meses y no solo para que lo atiendan en una emergencia; muchas veces uno tiene dolores, malestares, problemas de piel o lo que sea y necesita que lo vea un médico, pero aquí en la clínica de Pavones eso es casi que imposible, urge que las autoridades tomen cartas en el asunto y resuelvan de una vez por todas esta situación”, aseguró.
Agenda saturada
Las primeras quejas sobre esta situación llegaron a La Teja en febrero pasado y en aquel momento se consultó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) porqué era que casi no estaban dando citas en la clínica de Pavones.
La respuesta fue que la agenda estaba saturada porque el médico que atendía antes tenía múltiples funciones, lo que le quitaba mucho tiempo. Además, dijeron que la situación del covid-19 y la vacunación de personas en cama complicaban más el panorama.
Los encargados dijeron que ya había un nuevo médico en la clínica y estaban trabajando en la liberación de espacios para citas, aseguraron que ese proceso necesitaba tiempo, sin embargo, los asegurados dicen que no han visto mejoría alguna.
También dijeron que las personas pueden sacar la cita por medio del EDUS, pero los afectados aseguran que eso es aún más complicado que de forma presencial.
Ante las nuevas quejas de los lugareños, La Teja escribió el pasado 9 de noviembre al departamento de prensa de la CCSS para saber porqué continúan los problemas que hace nueve meses dijeron que estaban corrigiendo, pero al cierre de edición de este viernes aún no había respuesta.
La CCSS informó que a ese centro de salud hay adscritas 6.339 personas para solo un equipo de trabajo, lo que complica más las cosas.