El Día del Libro se celebra este martes y por eso en La Teja nos dimos a la tarea de buscar el libro más antiguo impreso en Tiquicia.
¿Quién se imaginaría que el primer libro impreso en Costa Rica sería un manual sobre conceptos matemáticos?
En 1830, el profesor Rafael Francisco Osejo publicó “Breves lecciones de aritmética”, un sencillo ejemplar de 52 páginas, cuyo tiraje fue de cerca de 300 unidades y le abrió las puertas a la industria editorial en el país.
Dentro de sus páginas se pueden observar definiciones básicas de las matemáticas y, tanto en la portada como en sus páginas interiores, se leen muchas palabras que eran escritas de forma muy diferente a como se hace hoy en día.
Este y otros viejos títulos permanecen en la Biblioteca Nacional, fundada por el docente y profesor Miguel Obregón.
Una joyita
Laura Rodríguez, directora de la Biblioteca Nacional, manifestó que esta institución posee un único ejemplar de ese libro de mate, el cual forma parte de la Sala de Colecciones Especiales.
“Este libro se conserva gracias a que permanece en un sitio donde la temperatura, la humedad y la luz están bajo control, para evitar un mayor deterioro. Se dejó de prestar hace muchos años y si alguien desea consultarlo puede hacerlo a través de la página web del Sistema Nacional de Bibliotecas (Sinabi), para que la gente lo pueda consultar de forma gratuita”, explicó.
Rodríguez agregó que este libro permanece junto a otros 500 ejemplares nacionales, muchos de los cuales son primeras ediciones, además de unos 2.000 libros procedentes del extranjero.
“En la biblioteca tenemos casi un millón de ejemplares, entre libros, revistas, periódicos y materiales audiovisuales. Actualmente, tenemos escaneados más de 160 mil documentos, para garantizar su acceso libre y gratuito”, añadió.
Desarrollo de la imaginación
Luis Bernal Montes de Oca, presidente de la Cámara Costarricense del Libro, destacó las bondades de la lectura y lo resumió en una “apertura mental enorme”.
“Los libros te llevan a conocer mundos sin tener que levantarse del asiento, te dan conocimiento, información y con la lectura se iluminan las mentes”, expresó.
Montes de Oca agregó que los libros impresos y digitales son igual de importantes y, aunque hace algunos años se veía una disminución en las ventas de libros físicos, desde el 2015 ha aumentado la venta de libros impresos.
“No podemos dar cifras acerca de las ventas, es un pendiente que tenemos, pero sí puedo afirmar que el gusto por el libro impreso se mantiene tanto en jóvenes como en poblaciones más adultas. Recordemos que los libros no son un gasto, son una inversión en educación y te abre pasajes desconocidos y, además, desarrolla la imaginación”, expresó.