¿Qué no hace una mamá por amor a sus hijos? Alcira Mora Vargas es un claro ejemplo de que las mujeres tienen una fortaleza única cuando se trata de hacer algo por el bien de sus muchachos.
Ella es una vecina de Pérez Zeledón y este año hizo su romería número 17 para rogarle a Dios y a la Virgen de Los Ángeles por las salud de dos hijas que tienen una rara enfermedad.
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Ella contó a La Teja que el camino fue muy duro, sobre todo cuando llovió, pero cuando llegó a las puertas de la basílica sintió que todo el sacrificio, los dolores y el esfuerzo, valieron la pena.
“Empezamos a caminar el viernes 28 de julio a las tres de la mañana en la comunidad del Páramo. Iniciamos caminando 31 personas incluyendo los asistentes y no tengo claro el número de los que llegamos, porque aquí están ahora hijos, nietos, esposos de quienes empezamos. Fue algo muy lindo, porque venían cuatro matrimonios, también jóvenes y adultos.
“Este grupo, que se ha ido formando con el pasar de los años, venimos con un camión y nos dan apoyo en el camino, en San Gerardo nos regalan dónde dormir. El primer día llevamos desayuno y nos donan un almuerzo en La Georgina, en la tarde ya compramos la comida, pero nos dan hospedaje gratis con baño y todo. El segundo día se compra el desayuno y el almuerzo y nos dan la comida unas familias muy lindas allá por las eólicas”, contó la romera.
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Un corazón agradecido
Alcira aseguró que se siente muy agradecida por tantas bendiciones recibidas en toda su vida, pero también tiene dos grandes razones para rogar a Dios por ayuda.
“Tengo demasiado que agradecerle a la Virgencita y en cuanto a las peticiones, todos los que venimos traemos una petición en especial. Yo en especial pido a Dios y a la Virgen por la salud de mis dos hijas, Neyma que tiene 41 años y Lizbeth, de 23, que padecen un pioderma gangrenoso, una enfermedad rara que provoca que se les hagan llagas grandes y dolorosas en distintas partes del cuerpo, pero con la ayuda de Dios ellas van saliendo adelante.
“Ellas, por milagro de Dios, han sobrevivido muchos años a esa enfermedad que es poco común, por cualquier golpe que reciban se llenan de llagas. Han pasado por procesos muy duros en los cuales todo se da por terminado, se las he entregado muchas veces a Dios y a la Virgen y de rodillas les he pedido que ya no más, pero el Señor sigue dejándolas con nosotros”, relató.
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La generaleña contó que hace cuatro años murió su esposo Carlos Luis Monge Quirós.
“Un 2 de agosto la Virgen se lo llevó al cielo”, dijo resignada. Él hizo la romería con el grupo muchas veces porque también era fiel devoto de la Negrita.
“Este es un grupo muy familiar y de comunidad, algunos son de Páramo, otros de San Isidro centro y de los alrededores, somos familias unidas que nos apoyamos mucho y al final conformamos la familia Romero”.
Gran obstáculo
Alcira dice que para ella lo más duro de esta romería fue el aguacero que les cayó en La Georgina, pero ya luego el clima mejoró y les hizo un tiempo esplendoroso que les permitió avanzar a buen ritmo.
Otra situación que complica la peregrinación es cuando a los miembros del grupo les empiezan dolores fuertes o lesiones, porque todos sufren con ellos.
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“El tema de verlos con vejigas, de tener que reventarlas, ver esos pies llagados duele mucho, uno dice: ‘¡Dios, ayúdalos a llegar!’, pero ver la fe tan grande que tiene este grupo lo conmueve a uno y lo llena de valor para caminar más pasos hasta llegar a la basílica de Los Ángeles, la gran meta.
“Para mí llegar hasta aquí es un milagro, a mis 60 años poder hacer todavía esto y hacerlo con un grupo tan especial como este me llena de satisfacción, esperanza y sobre todo mucha fe”, dijo la vecina de Pérez Zeledón cuando estaba a las puertas de la Basílica de Los Ángeles.
Cuando el grupo llegó las personas que cuidaban el orden en la entrada del templo les permitieron pasar sin hacer la fila que había como consideración a la larga caminata que hicieron.
Luego de que un sacerdote los recibiera en la puerta de la basílica, orara por ellos y les echara agua bendita, los dejaron entrar para que terminaran la peregrinación a los pies de la Virgen de Los Ángeles.