EscucharEl presidente electo de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, llamó el pasado miércoles a la librería Katholikós, en Rohrmoser, para preguntar por una Biblia Jerusalén y, como le dijeron que solo les quedaba una, se fue volando él mismo a comprarla.
Pero cuando llegó, los encargados del local andaban almorzando y tuvo que esperarse una hora afuera.
¿Para qué necesitaba con tanta urgencia ese libro sagrado? Este 8 de mayo es el traspaso de poderes, en el que recibirá la banda presidencial para dirigir los destinos del país por los próximos cuatro años.
El juramento oficial que hará es ante la Constitución Política de Costa Rica.
Sin embargo, él decidió que su traspaso y todo su mandato sea bendecido por Dios y por eso también jurará sobre la Biblia Jerusalén, para poner todos sus actos en manos de Dios. Para eso, además, invitó al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José Manuel Garita, y al pastor Jorge Gómez Varela, presidente de la Federación Alianza Evangélica.
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Don Javier Torres y don Bernardo Herrera son los socios propietarios de la liberia Katholikós. El propio Torres nos confirmó que el presi electo los visitó. La noticia la dio a conocer www.radiosantaclara.cr.
“Recibimos una llamada del propio don Rodrigo preguntando por una Biblia en particular, nos dijo que la versión Jerusalén se la recomendaron varias personas. Nosotros sí teníamos exactamente esa versión que nos pidió y le dijimos que solo nos quedaba una
“La librería tiene 19 años de existir, eso significa que tenemos 19 años de vender Biblias y eso le da a uno una gran experiencia para poder sentir cuando alguien compra una Biblia por comprarla, porque la va a regalar y no le interesa mucho, por eso con don Rodrigo pude sentir que no la compró por comprarla.
“Uno se da cuenta en la forma en que tratan la Biblia cuando ya la tienen en las manos, él demostró con el trato que en verdad la compró para leerla y que le hará verdadera compañía en los cuatro años de gobierno. No sentí como que la compró por compromiso y después la guardará, al contrario”, reconoció el dueño de la librería.
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A don Javier le agradó mucho la humildad del presidente electo, porque él mismo llamó por teléfono y llegó a comprarla. “Ahora tiene un montón de asesores, cuando por teléfono arregló todo, bien pudo mandar a alguien, pero no, vino solito y lo sentí tranquilo, esperanzado y alegre.
“De hecho, siempre que alguien nos compra, al final le decimos que lo que nos compró sea de mucha bendición y él nos respondió: ‘Es lo que espero y lo que sé, que nos será de mucha bendición”, recordó.
A Katholikós han llegado a comprar ministros, diputados, obispos, nuncios apostólicos, pero nunca un presidente del país.
“Nos alegró demasiado tener a una persona de tan alto rango en la librería. Como católicos nos alegra demasiado porque nos deja claro que ante una responsabilidad tan grande, don Rodrigo se da cuenta que no puede solo y le pide ayuda a Dios, eso es un acto de humildad, eso es muy positivo”, aseguró.
