Si es raro que en nuestro país se den vetos, es decir, que el presidente de la República se traiga abajo leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa, es aún más inusual que se den resellos, que consisten en que los diputados le pasen por encima a la voluntad del presidente y ratifiquen las leyes que él vetó, sin embargo, Rodrigo Chaves ya lleva cuatro resellos.

El actual mandatario ya entró a la lista de presidentes con más resellos en la historia del país, está empatado en el quinto lugar con el expresidente Luis Alberto Monge, eso sí, a Chaves le quedan dos años de mandato, o sea, aún tiene margen para escalar más posiciones.

El resello más reciente se dio el martes de la semana pasada y fue el del proyecto de ley para sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea, que Chaves había vetado parcialmente.

El mandatario dijo que los 38 diputados que votaron de forma positiva el resello son unos cínicos y que la acción era vergonzosa y antipatriótica. También argumentó que esos legisladores perdieron la autoridad moral para criticar la evasión fiscal.

“Hoy le hicieron un favor a los grandes bancos y los grandes capitales de este país. Quedarán en la historia marcados como quienes votaron por este resello”, dijo el mandatario claramente enojado y con el orgullo golpeado, sobre todo porque el voto 38 fue el de la diputada Luz Mary Alpízar, del Partido Progreso Social Democrático, a quien llamó traidora.

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Largo proceso

El politólogo Gustavo Araya explica que en Costa Rica los proyectos de ley pasan por un largo proceso que las hace robustas a su llegada al Plenario Legislativo, que es dónde las aprueban.

“En Costa Rica el proceso de formación de la ley tiene varias etapas, una es la legislativa. Cuando estamos hablando de leyes sólo la Asamblea Legislativa puede emitirlas. Ahí en el Congreso hay varios pasos: se presenta un proyecto de ley, se envía a una comisión para que se revise el texto, se analice y discuta incluso con otros sectores que se verían afectados por la iniciativa en discusión. Luego ese texto se dictamina y llega al Plenario Legislativo y se vota en primer y segundo debate hasta que la ley se aprueba.

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“Una vez que se aprueba la ley en la Asamblea Legislativa, en Costa Rica existe un sistema de pesos y contrapesos que significa que la Asamblea no necesariamente gobierna en solitario, el Poder Ejecutivo puede oponerse a una ley emanada desde la Asamblea Legislativa, esto significa el máximo nivel, ahí es donde se da el veto, que es el recurso que tiene el presidente de la República para no dar por válida la ley que recién recibe de la Asamblea Legislativa”, explica Araya.

Es importante tomar en cuenta que para que el presidente vetar una ley, debe justificar detalladamente de forma técnica, jurídica y financiera, el porqué no la ve correcta, no es algo antojadizo.

“Cuando el proyecto de ley se devuelve a la Asamblea Legislativa los diputados tienen dos caminos: modificar lo que el Poder Ejecutivo haya señalado desde el punto de vista técnico y luego aprueba la ley otra vez, o la otra opción es defender el proyecto tal y como había sido aprobado en un inicio y resellar la ley aunque esté en contra de la voluntad del presidente”, dijo Araya.

Incapacidad del gobierno

El experto asegura que es muy difícil encontrarle defectos tan serios a un proyecto de ley que ha pasado por estudios, que tiene una justificación que se llama una exposición de motivos, y que se ha hecho con lógica jurídica y financiera.

“Las iniciativas de ley son discutidas por al menos siete personas en comisiones legislativas donde hacen estudios por el departamento de servicios técnicos, hay consultas a distintas sectores y organizaciones, se le hacen mejoras, luego hay discusión parlamentaria en plenario, es decir, en esto hay todo un proceso.

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“Es muy difícil que el Gobierno pueda vetar una ley después de que ha pasado por todo ese proceso de formación, incluso en ocasiones hay consultas a la Sala Constitucional y a la Procuraduría General de la República, la Contraloría y eso le da fuerza a la ley. Para que el Poder Ejecutivo vete una ley tendría que demostrar que hubo fallos en todo ese proceso o hay errores de fondo en temas jurídicos, que es muy difícil”, manifestó Araya.

El politólogo dice que el que se dieran ya cuatro resellos en lo que lleva de mandato no habla muy bien que digamos del presidente Chaves y su equipo.

“El Gobierno no ha querido, por voluntad política o por intereses, aceptar las leyes que le vienen de la Asamblea Legislativa, pero no ha tenido la capacidad de demostrar jurídica, financiera o socialmente que el proyecto tiene problemas, esto demuestra la incapacidad del Ejecutivo de hacer valer sus posiciones políticas con base o fundamentos técnicos o científicos”, aseguró.

Para que se de un resello debe darse una votación en el plenario legislativo con al menos 38 votos a favor.

Las otras tres leyes que fueron vetadas por Rodrigo Chaves y luego reselladas por los diputados fueron la ley para sacar de la aplicación de la regla fiscal al 911; la ley de sostenibilidad del Depósito Libre Comercial de Golfito y la ley para sacar de la aplicación de la regla fiscal a Procomer.

Según datos de la Asamblea Legislativa en la historia del país se han dado 70 resellos. Los dos presidentes que han tenido más resellos son José Figueres Ferrer en su segunda administración (1970-1974) y Rodrigo Carazo Odio (1978-1982, con 16 cada uno. Luego está Daniel Oduber Quirós con 11, le sigue Mario José Echandi con nueve, después Luis Alberto Monge y Rodrigo Chaves con cuatro cada uno.