EscucharRodrigo Chaves llegó a la presidencia bajo la promesa de que se iba a comer la bronca y bajar el costo de la vida. Hoy, dos años después, los precios de la canasta básica parecieran estar por los cielos y comprar productos tan básicos como el tomate, por ejemplo, es un lujo que solo unos pocos se pueden dar.
Ahora, si usted siente que ya el bolsillo no le está dando para llegar a fin de mes, está en lo correcto y se lo podemos comprobar.
Resulta que, por casualidades de la vida, nos encontramos con varias facturas del 2022 de algunas compras, así que hicimos lo que cualquier persona haría y nos fuimos con estas en mano al mismo exacto supermercado, para comparar uno a uno los precios de los productos.
Y esto fue lo que encontramos.
Por las nubes
Claramente, así como en todo, hay excepciones y sería mentirles si les decimos que todo está más caro hoy que hace dos años; en realidad, las diferencias en los precios no son tan excesivas como uno pensaría.
En total, comparamos los precios de 24 productos, que van desde la leche, carnes, enlatados y demás, y nos dimos cuenta de que 16 de ellos son más caros. Entonces, comencemos con estos.
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Y un producto que nos dejó con la boca abierta es la tilapia, que hoy en día está imposible de comprar. Para que se hagan una idea, hace dos años costaba ₡3.100 y ahora está en ₡5.750 el paquete de 650 gramos.
Aparte de eso, las diferencias entre los precios no son tan altas.
Veámoslo poco a poco, comenzando con lo más básico en el plato de un tico.
La bolsa de cuatro kilos de arroz pasó de costar ₡3.800 a ₡4.090, mientras que la bolsa de frijoles rojos, que antes costaba ₡1.520, hoy está en ₡1.670.
Lo mismo pasa con el azúcar y la sal.
La bolsa de azúcar que costaba ₡1.410, ahora vale ₡1.420, y la sal (la bolsa pequeña) pasó de ₡330 a ₡390.
Es más, otro producto básico como la leche, la caja de 250 ml, que costaba ₡280, ahorita está en ₡490.
Si hablamos de harinas, es la misma historia.
La de maíz subió a ₡1.760, cuando estaba en ₡1.750 y, la de trigo sí tuvo una subida importante, pasando de ₡740 a ₡990.
Pasando al pasillo de los enlatados, tenemos varios que lo van a asombrar.
Por ejemplo, una latica de maíz dulce pasó de costar ₡590 a ₡650 y la de petit pois ₡520 a ₡560.
En cuanto a las carnes, hace dos años, el kilo de posta de cerdo tenía un valor de ₡3.300, hoy en día está en ₡3.850.
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Para terminar de completar el carrito de compras, tenemos que el jugo de naranja subió de ₡2.010 a ₡2.550, las tortillas de maíz de ₡900 a ₡940, el paquete de espagueti de ₡670 a ₡690, los paquetitos de salsa de tomate natural aumentaron de ₡600 a ₡730 y los empaques de sopa de gallina pasaron de costar ₡400 a ₡450.
Digamos que si usted lleva uno de cada uno de estos productos, la factura final hace dos años, es decir, en el 2022, le hubiera salido en ₡21.920, pero, con los precios de hoy en día, sería un total de ₡26.980. La diferencia es de ₡5.060.
Eso quiere decir que hace dos años se hubiera ahorrado unos ₡4.510 que podrá no sonar como mucho, pero los cincos nunca sobran.
Ahorro
Ahora démosle vuelta a la tortilla y veamos lo que está más barato.
Curiosamente, algunos tipos de carnes principales entran en esta lista.
Otra carne que está más barata es el filete de pollo sin piel que, el kilo, hoy cuesta ₡2.400 y, en 2022, estaba por las nubes con un precio de ₡4.990.
Similar sucede con el kilo de bistec italiano, que bajó de ₡6.700 a ₡5.800.
Otro que disminuyó tamaño poco fue el salchichón, que antes costaba ₡3.020 colones y ahora está en ₡2.500.
Un producto que nos dejó con la boca abierta es el atún que, el paquete de seis lata, pasó de costar ₡4.900 a ₡2.210.
Otro infaltable en la mesa, las barras de margarina, que costaban ₡970, hoy están en ₡850.
Los garbanzos, otra comida muy tica, están más baratos. La bolsa que costaba ₡920, bajó a ₡830.
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Por último, el envase de 950 gramos de aceite de soya, que costaba ₡1.740, bajó a ₡1.720.
Golpe al bolsillo
Ahora, ¿por qué es que los ticos estamos sintiendo un golpe tan duro en los bolsillos a la hora de hacer las compras?
Según nos explicó el economista Leiner Vargas, del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional, hay tres razones.
La primera es que los aguaceros de finales del 2024 causaron estragos en los cultivos del país, llevando a muchos productores a perder sus cosechas lo que, a su vez, ha generado escasez en el mercado, en especial, en productos perecederos.
Y a mayor demanda y poca oferta, los precios suben. El ejemplo perfecto es la papa y el tomate.
La segunda es que enero es un mes en el que muchos turistas visitan el país y, claramente, necesitan comer haciendo que la demanda aumente aún más y, junto con ella, los precios.
La tercera razón viene de la mano con la anterior y es que estamos en el peor momento de la cuesta de enero y muchos aún se están recuperando de los gastos navideños.
El aguinaldo no ayuda, ya que tenemos más dinero en el bolsillo y, es por eso, que la subida de precios en diciembre no se siente tanto, pero cuando llega enero y esa luna de miel se acaba, es momento de afrontar la realidad.
