Usa una suetica diferente todos los días, come como un rey, le tienen galleticas especiales que son las que le encantan, duerme en una cama matrimonial, lo bañan con agüita caliente y tiene una familia que lo ama y se lo demuestra todos los días. En resumen: vive mejor que un rey.
Les estamos hablando de Robinson, un perrito chihuahua de quien podría decirse que la virgencita de Los Ángeles, nuestra Negrita, le hizo un pequeño milagrito y lo salvó de morir de hambre, pasándolo de indigente a ser el rey de un hogar en el cual hay 5 perros y un gato más, pero él es el más consentido.
Póngase en las almohaditas de Robinson hace un año e imagine. Era el primero de agosto, como a las seis de la tarde y cientos de miles de personas peregrinaban hasta la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles en Cartago. Casi no hay oportunidad de darse cuenta si un humano anda perdido, mucho menos un perro, mucho peor si es tan pequeñito. Sin embargo, todo parece indicar que la Patrona de Costa Rica le ayudó.
Justo en uno de los lugares con más aglomeración de personas, la parada del tren, en el puritico corazón brumoso, doña Pamela Rodríguez Mora se encontró al peludito en condiciones increíblemente lamentables.
Lo encontró porque andaba en la romería con la misión de buscar perritos perdidos. Es decir, el destino estaba marcado para que encontrara al peludito.
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Sin rumbo
“Andaba caminando sin rumbo, asustado, temeroso, con hambre, sucio, hediondo, cargado de pulgas y superflaco. Pienso que si seguía en la calle no le habría quedado mucho tiempo de vida porque se notaba que no comía hacía mucho.
“Lo agarré y lo llevamos al refugio para animales en Cartago. Cumplimos con todos los pasos que hay que dar cuando uno se encuentra un perrito abandonado en los días de la romería. Había mucha gente alrededor del perrito, pero a nadie le importó”, explica doña Pamela.
A la señora, quien vive en San Rafael de Oreamuno de Cartago, le tocó la misión de encontrar alguien que adoptara ese perrito flaco que, por ser rescatado entre el 1 y 2 de agosto (Día de la Virgen de los Ángeles), le pusieron romerito. En realidad, así les ponen a todos los perritos rescatados en Cartago durante esos dos días.
Sin embargo, el milagro fue completo, pues el peludito se ganó el corazón de la familia de doña Pamela de inmediato.
Solo le bastó pasar una noche en la casa de ella para lograrlo. En ese hogar compartió con sus nuevos compitas: Lupita, una chihuahua cruzada que tiene 13 años, Phil que es zaguatico pura sangre y tiene 6 años, Rosita, otra zaguatica, con 7 años; Frijol, de 5 años y Loky, también de 5, además, Tickle (Cosquillas), una gatica de 1 añito.
Un amor
“Me lo llevé a la casa para al otro día llevarlo a castrar y solo eso bastó para que demostrara una química perfecta con mis otros perros y hasta con el gato, por eso, cuando ya estábamos castrándolo, mi esposo (don Geovanni Fonseca) me hizo la propuesta de dejárnoslo y con gran amor acepté.
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“Llegó a la casa como ‘Romerito’ y 24 horas después ya le teníamos nombre, Robinson. Con este perrito pasa una cosa, es que llegó como a aliviar un dolor que tenía en el corazón porque hacía varios meses que logramos un rescate de un perrito, pero estaba en tan mal estado que tuvimos que ponerlo a dormir. Tenía eso clavado y Robinson, quien también estaba en muy mal estado, sí logró salvarse, eso nos alegró el corazón”, explica la brumosa.
Los cuida.
Vive como rey, pero Robinson ahora trabaja bien duro porque él mismo se asignó la misión de ser el guardaespaldas de doña Pamela quien asegura que cuando ella está lejos es chihuahua, pero cuando está con ella se transforma en un rottweiler porque la cuida más que papá de quinceañera.
“Lo único que Robinson no tiene es una camita de perro, porque es el dueño de mi cama matrimonial, duerme usando mi almohada, le encanta dormir con mi esposo y conmigo. La verdad es que es un gran chineado y se lo merece porque estoy segura que la pasó muy mal”, comenta.
Romería sin animales
Robinson en las orejitas tiene marcas y eso es típico de cuando usan un perro solo para sacarle crías. Al principio casi no comía, guardaba la comida como para después.
“Pensamos que donde lo tenían le daban poca comida por eso guardaba para tener siempre. Ya no, ahora hasta tiene sus galletas preferidas y se le chinea comprándoselas, así como la ropita, tiene una suetica para cada día de la semana, las adora”, explica esta mamá humana.
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La familia de la Asociación para el Bienestar y Amparo Animal (ABAA), nos pide que le recordemos que quien hace la promesa a la virgencita de Los Ángeles es usted y no su perrito, por eso, no son permitidos los perritos (ni caballos ni bueyes) como parte de los peregrinos. No lleve a su mascota.
Si usted, mientras peregrina, ve un perrito perdido, llame de inmediato al 8849 0592. Igual si ve que alguien lleva su mascota rumbo a Cartago como parte de los romeros y si se topa a uno como Robinson, no lo piense mucho y adóptelo que quizá fue enviado por la virgencita para cambiarle la vida, así como a esta linda familia.