Cahuita recordó este sábado a los esclavos africanos que en marzo de 1710 perdieron la vida frente a la punta de lo que es hoy el parque nacional y donde antes había nacido el pueblo como Kawe Ta.
Dos galeones (barcos grandes) que se dirigían hacia la isla de Saint Thomas terminaron sus días en el fondo de nuestro Caribe sur. Algunas fuentes hablan de un motín, otras de un golpe contra los arrecifes. Ninguna da con exactitud el número de muertos.
Gente local que estudia la historia cahuiteña ha encontrado en el sitio ladrillos, cañones y grilletes.
Los galeones serían el Fredericus IV y el Christianus V, que transportaban esclavos. Los sobrevivientes huyeron hacia las montañas. Algunos fueron recapturados.
Este sábado, habiendo quedado atrás el coletazo de la onda tropical que descargó lluvia desde la mañana, diez botes adornados con flores y globos de colores, esperaban a las 11 de la mañana para viajar hasta el sitio en el mar donde ocurrieron los naufragios.
Fue una actividad especial. En primera fila, al lado de la vicepresidenta Epsy Campbell, estaba Odeneho Kwafo Akoto III, Rey Akwamu de Ghana, quien habló de “perdón” por lo ocurrido hace tres siglos y de “luz” por el futuro que tienen los que descienden de los africanos arrancados de sus tierras para surtir las plantaciones americanas.
Al sitio al que viajaron las lanchas el rey envió una ofrenda para honrar la memoria de los fallecidos, nombres perdidos en una historia de injusticia y explotación.
El llamado “sitio de los galeones” es muy conocido en Cahuita. En octubre del 2020 informamos sobre el hallazgo de un ancla antigua mientras se grababan allá tomas para “Esclavizados”, un documental de varios capítulos en el cual participó el actor Samuel L. Jackson.
Justo López, quien encontró el ancla, nos dijo entonces: “como en 1979 o 1980 todavía había casitas donde hoy está el parque nacional Cahuita, y casi frente de donde están los galeones, nosotros nos metíamos a bucear de chiquillos. En esa época sacamos varias balas de cañón y botellas de vino”.
Hoy, conocida ya como la tierra del calipso, Cahuita recuerda que una parte de su rica historia tiene raíces en África.