EscucharAl retrato de Carlos Alvarado que exhiben en un estudio fotográfico de San José centro le han salido más novios que a un billete de diez rojitos al final de una quincena larga.
No es la foto oficial sino una que fue a tomarse cuando era ministro de Trabajo y que ahora se encuentra en una sala del ministerio donde se recuerda a quienes dirigieron la institución.
Se la hicieron hace como un año en el estudio “Susan”, que queda al costado oeste del edificio de Caja de Ande y la tiendita la puso en su vitrina a finales de abril, cuando ya sabíamos que era el presi electo. La decisión de colocarla allí ha sido un pegue; mientras estuvimos en el lugar al menos tres grupos de personas se quedaron detallando al joven presidente que les sonríe desde la ventana.
Una fotografía como esta cuesta entre ¢90 mil y una tejita, con todo y marco, pero la que Alvarado se llevó era más pequeña (11 cm por 14 cm) y por lo tanto más baratica.
“No he hecho negocio porque uno es honrado, pero me han ofrecido comprármela. En los últimos ocho días tal vez unas diez o doce personas (la han pulseado). No les he preguntado cuánto ofrecen”, explicó Carlos Luis Chacón, dueño del estudio.
Don Carlos añadió que vender una imagen ajena es ilegal. “La foto no me pertenece, no podría hacerlo. Pero como es una figura pública me pareció bonito, pero lo hice como un acto de civismo”, explicó.
Eso sí, nos adelantó que si el presidente llegara a observar la foto y se la pide, se la regalaría encantado de la vida y sin dudarlo.
La foto en la vitrina mide 20 centímetros por 24 centímetros (sin el marco) y ocupa un gran espacio en el ventanal. Jorge Pacheco, quien la observó, opinó que el entonces ministro y hoy mandatario quedó muy bien.
“Se ve como es. Tiene una sonrisa como jovial y parece que es sincero. Me llamó la atención”, dijo Pacheco.
Admirada
Don Carlos Luis Chacón pensó en colocarla a la vista del público antes de que el presidente asumiera el cargo. Es decir, el 8 de mayo amaneció en el local y ese día en particular causó mucho alboroto entre la gente. Algunos detenían la marcha, sorprendidos por el detalle.
“Muchos se quedaban viendola. Es bastante fotogénico aunque hay factores que ayudan a que eso se dé, por ejemplo, si la persona ayuda y están la iluminación, la técnica, entre otros”, dijo Chacón, quien lleva al frente del negocio unos 15 años.
Chacón recordó que cuando Carlos Alvarado fue a retratarse iba acompañado por el chofer y una asistente y que le agradó mucho su forma de ser.
Lo describió como una amable, abierto. "Un tico, hablador, humilde, simpático”, dijo.
Aquel día, nos cuenta el dueño del estudio Susan, se dio una anécdota llamativa. Resulta que don Carlos, el propietario, se ausentó un instante (dentro del mismo local) para atender un asunto y el ministro quedó ahí. En eso entró una señora a preguntar algo y quien la atendió fue el actual mandatario.
“Señora, ¿en qué le podemos servir?, le dijo. Es decir, el nuevo presi de todos los ticos dejó claro que habría sido un buen vendedor. Bueno, mucho de eso le tiene que haber ayudado para ganarse la simpatía de más de 1,3 millones de personas el 1 de abril.
El estudio Susan tiene, según nos dijo don Carlos Luis, unos 60 años de estar retratando a los ticos.
