Jessica Pereira Barrantes es diseñadora de modas, trabaja en un departamento de mercadeo hasta las 5:30 de la tarde y después se pone unos patines para repartir la comida de su negocio propio, el cual nació hace tres semanas.
Ella es vecina de Hatillo 1 y a diario se va para Plaza Madrid, en Concepción de Tres Ríos, porque ahí está “La cuchara de Enki”, un restaurante especializado en comida italiana.
A Jessica le toca recibir, alistar y entregar en patines los pedidos que entran al WhatsApp 8909-2247 y al teléfono 2278-3223.
Fue al novio de Pereira, el chef Edgardo Busanello, de origen italiano, a quien le nació la idea de abrir el restaurante.
Hace tres semanas el local abrió (el horario es de de 5 p.m. a 10:30 p.m.) y la pareja se topó ante una pregunta: ¿Quién haría las entregas de los pedidos exprés?
De inmediato, Jessica levantó la mano y dijo que se hacía cargo, eso sí, le advirtió a su novio que haría las entregas en patines porque no quiere contaminar el ambiente, por eso le hizo la cruz a las motos y bicimotos.
“Cuando uno está comenzando un negocio tiene que pensar muy bien en cómo invierte cada colón, por eso consideré que lo importante es que todo se quede adentro y sin pensarlo mucho me tiré a entregar pedidos en patines, yo estaba segura que podía.
“Fui muy patinadora cuando era chiquilla, como hasta los diez años. En verdad que patinaba todos los días y logré dominarlos muy bien. Recuerdo que me tiraba por todas las cuestas y los guindos de Hatillo, lo disfrutaba mucho; sin embargo, después lo dejé y hasta hace poco, ahora que tengo 33, los volví a usar. Al inicio estuvo complicado, pero rápido me acomodé”, explica la hatillense.
La apertura de este nuevo local sin duda es una gran noticia ya que la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore) confirmó que en todo el 2020, más de 5.000 restaurantes, sodas y bares en el país cerraron. Y aunque a partir de setiembre comenzó una recuperación, cientos de lugares no pudieron abrir de nuevo y los 8 mil empleos perdidos en esos cierres no se recuperaron por completo.
- ¿Cómo es hacer una entrega en patines?
Es divertida, además, es muy saludable y no contamino el ambiente. Para que la gente me entienda con respecto a las distancias y las entregas, si una persona dura 10 minutos caminando a algún lugar, yo duro unos 4 minutos en patines.
- ¿No le da miedo la calle?
Vieras que no. Hay que tener mucho cuidado y mucho equilibrio. Es como todo, hay gente que en sus carros respeta mucho y hay otros que más bien le tiran el carro a uno, incluso motos. Por eso digo que es de mucho cuidado, pero el asunto es bien alegre.
- ¿Le han pegado algún susto haciendo alguna entrega?
Todavía no. La verdad me ha ido bien y, gracias a Dios, he tenido mucho trabajo. No creí que tuviese que salir tantas veces, pero el negocio va bien y salgo entre siete y diez veces. Algún carro se acercó más de la cuenta, pero soy bien precavida.
- ¿La gente le dice algo?
A la gente le encanta el servicio exprés en patines. Cuando llego se sorprenden o me preguntan por la bici o la moto y al verme en patines no lo pueden creer, sobre todo porque la comida llega en perfecto estado.
- ¿Cómo hace para que el bolso de la comida en la espalda no le incomode?
Yo no uso bolso. Yo llevo la comida (en la mano) bien acomodada en bolsas de papel y voy a puro equilibrio. Los refrescos me los acomodo al lado, en un cangurito que tengo, pero no uso bolsos.
- ¿Y no se ha caído con alguna entrega?
Nada. Por dicha. Todas las entregas las he hecho perfectamente. No me he caído ni una sola vez en patines.
- ¿Es cansado?
Bastante, sobre todo si en la zona donde uno entrega hay muchas cuestas y aquí en Concepción de Tres Ríos hay demasiadas, pero a todo se acostumbra uno, además, conforme avanzan los días se agarra más y más condición física.
- Si yo me quiero tirar a entregar jamita en patines, ¿cuál es el mejor consejo?
Ni lo piense mucho, hay que tenerle mucho cuidado a los muertos, son bien traicioneros, cada muerto es diferente y algunos son en verdad una trampa, se deben pasar despacito y afinar el equilibrio.